Sus más cercanos colaboradores de la alcaldesa Edith Mendoza Pino se hallan inconformes, toda vez que tras la auditoría que llevan a cabo las autoridades del gobierno del estado, algunos se han visto en apuros, es el caso del director de Servicios Generales, Roberto Rejón Ucaña, a quien le dio como plazo dos horas para que trajera de un rancho ubicado en el ejido Dos Ojos, todos los adornos que utilizó en la Navidad pasada y que fueron instalados en las principales arterias de la ciudad, que ya se los había apropiado.

Luego de las humillaciones que han recibido funcionarios con algún cargo en la actual administración, desde licenciados, contadores, secretarias, por parte de la alcaldesa, algunos ya dicen sentirse hartos y quieren que esta administración ya concluya para acabar con la pesadilla, como le dicen.

Tras la auditoría que están haciendo los auditores provenientes del gobierno del estado, donde han salido a relucir diversas irregularidades, y que al pretender tapar sus irregularidades, se está tratando de hacer préstamos a fin de evitar que se detecten los desfalcos, indicó gente cercana.

Manifestaron que Rejón Ucaña ha sido uno que le echó la mano a la edil incluso aportando su maquinaria para hacer “reparación de arterias”, esto luego que ésta contrataba empresas del estado de Yucatán para las obras, dando un anticipo y luego no quería liquidar la obra, es por ello que todo quedó a medias, desde topes hasta la reparación de arterias.

Entró al quite el director de Servicios Generales a quien de igual forma utilizó, no obstante a ello el pasado jueves, la edil le dio un plazo de dos horas para que fuera a un rancho ubicado en Dos Ojos para que trajera todos los adornos navideños que en su momento ella personalmente mandó que se lo llevaran a modo de quedarse con ellos, indicaron.

Tras la indicación y viendo que el tiempo les ganaría, no sólo utilizaron dos camiones sino incluso una maquinaria pesada propiedad de Rejón Ucaña, para el traslado de los adornos, que dejaron en las inmediaciones de los terrenos de la Expofer, al igual que unos adornos que asemejan a unas jirafas, mismos que expresaron que éstas tuvieron un costo de 15 mil pesos, las cuales fueron adquiridas en la ciudad de Mérida, Yucatán y alteraron la cifra por 30 mil pesos más a cada una de las alrededor de 8 que adquirieron.