A cuatro semanas del inicio del plantón indefinido del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Tulum (Sutsat), ante el Palacio Municipal, los paristas se mantienen firmes en su decisión de no renunciar al movimiento hasta que les paguen los salarios caídos por despido injustificado, mientras que las autoridades locales advierten que despedirán a quienes se encuentran en el campamento y están asignados a diversas áreas municipales.

Alrededor de 200 personas que permanecen desde el pasado 17 de abril en el campamento instalado en los bajos del Palacio Municipal, cada día reciben el apoyo de diferentes organizaciones sociales, la ciudadanía en general e incluso de los conductores de los grandes camiones de carga que llevan mercancías a la ciudad de Cancún, quienes tocan su claxon para levantar el ánimo de los paristas.

Ante esta situación, el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Tulum (Sutsat), Audomaro Solís Pacheco, señaló que junto con su equipo de abogados están preparados para hacer frente a la amenaza de despidos que anunció la Oficialía Mayor el pasado viernes 11 de mayo.

Precisó que hasta la fecha no han recibido la notificación por parte del Tribunal de Conciliación y Arbitraje sobre el “ajuste” –a la baja– realizado en el laudo que se emitió el 24 de octubre de 2011, el cual obliga al Ayuntamiento de Tulum a pagar cerca de 4 millones de pesos por salarios caídos por despido injustificado, por lo tanto, “tienen la certeza” que se trató de una acción ilegal articulada por el titular de Trabajo y Previsión Social, Eduardo Ovando Martínez.

Reiteró que el grupo de trabajadores del Sutsat no responderá a las provocaciones de empleados municipales que han sido enviados para infiltrarse en sus pláticas e informarle a la gente más cercana de Edith Mendoza Pino, sobre los planes que tienen para que no levanten el plantón hasta que les paguen el dinero que les adeudan.

Finalmente, Audomaro Solís Pacheco señaló que han organizado grupos de guardias para evitar ser sorprendidos por elementos de la policía municipal para desalojarlos de manera violenta, ya que no están afectando a terceros, de tal manera que no incurren en ningún delito.