Comprensivo Alcalde con su guarura que golpeó a dos jóvenes

“Lo que yo si te puedo asegurar es que el elemento Héctor se encontraba en condiciones de trabajo… no estaba alcoholizado, no tenía ningún tipo de droga”. Eso es lo que dijo el pasado 16 de julio, Román Quian, presidente municipal de Solidaridad, luego de la detención de uno de sus guaruras, quien balaceó a dos personas, por a un incidente de tránsito.

El jueves de la semana pasada, Héctor Xiu Chuc, policía asignado a la protección personal del Presidente municipal, balaceó a dos jóvenes, después de que éstos chocaran su auto tipo Tsuru contra el que era conducido por el escolta; los implicados en el incidente de tránsito iban en estado de ebriedad y pretendieron escapar, pero Xiu Chuc les dio alcance y disparó contra ellos, quienes bajaron tratando de huir. El guarura, literalmente enloquecido, no sólo disparó e hirió a dos de tres ocupantes del Tsuru, sino que también los golpeó y los pateó.

Los hechos ocurrieron en la Colonia Ejidal de Playa del Carmen, el guarura Héctor Xiu fue detenido por policías municipales, y consignado al Ministerio Público, mientras que los heridos debieron ser trasladados a Cancún por la gravedad de sus lesiones, según documentaron los medios de comunicación locales.

La presencia de múltiples testigos evitó que el caso se tornara en uno de esos hechos que no llegan ni siquiera a las barandillas de los juzgados, aunque no está garantizado que no quede en la impunidad, pues de acuerdo a testigos, y a la versión de los propios familiares, en la agresión participaron otros elementos asignados a la protección del Presidente municipal, quienes no han sido detenidos.

Román Quian, por su parte, se ha negado a considerar el caso con la gravedad que amerita, y que implica una serie de hechos incontrovertibles: uno de sus escoltas, equipado con un arma de fuego de grueso calibre, agredió brutalmente a dos personas.

Los ilícitos presentan una serie de agravantes, como el hecho de que Héctor Xiu actuó con alevosía, pues portaba un arma, y mientras él no estaba alcoholizado ni drogado, atacó a dos individuos que se encontraban disminuidos en su capacidad de reacción debido a que ellos sí estaban en estado de ebriedad.

En entrevista del 16 de julio, le preguntaron al presidente Román Quian, “¿qué acciones se tomarán ya que se señala que hubieron más personas de ayudantía inmiscuidos en este incidente?”; a lo que el edil contestó, casi al estilo Vicente Fox, ‘y yo por qué’. El Presidente municipal, en una muestra de total insensibilidad respondió: “No me corresponde a mi tomar ese tipo de acciones; está el Ministerio Público que es el que realiza las investigaciones correspondientes y quienes hayan actuado como cómplices pues tendrán que responder a lo que corresponde conforme a la ley”. Entre eso y a “a mí me vale”, no hay gran diferencia.

Román Quian, aseguró que “el elemento Héctor se encontraba en condiciones de trabajo… no estaba alcoholizado, no tenía ningún tipo de droga.

Constantemente se les aplican exámenes para verificar que estén en óptimas condiciones y bueno en sus días francos ellos son responsables de sus actos pero en el caso específico del trabajo las condiciones son muy estrictas”.

Sólo Román Quian sabe que quiso decir con que su guarura “estaba en condiciones de trabajo”; nada más el Presidente se puede entender, porque si abrimos la puerta a la interpretación, eso puede significar que “en condiciones de trabajo” sus guardias personales son unos perfectos asesinos con charola, unos desquiciados incontrolables y un peligro para quien se les pare enfrente.

Sobre el hecho de que “constantemente se les aplican exámenes para verificar que estén en óptimas condiciones”, habría que preguntarse quién aplica dichos exámenes, y si éstos incluyen los psicológicos, pues no se requiere ser especialista para darse cuenta que el escolta Héctor Xiu Chuc, el jueves pasado tuvo más que un mal día…

El alcalde de Playa del Carmen, corazón de la Riviera Maya, vive en la colonia Ejidal, en una mansión que ocupa casi una manzana, bardeada y protegida con una cerca eléctrica, y es que Román Quian, por ‘accidentes de la vida’ posee una fortuna considerable, ya que es una de las familias ejidatarias que se han dedicado a fraccionar y vender tierras en este polo turístico.

Todos los flancos de su propiedad, están fuertemente custodiados, las 24 horas del día, por sus guaruras, quienes suman por lo menos una decena.(Opinión/Fabiola Cortés)