No tenía permisos de navegación lancha que se hundió

La embarcación hundida con el nombre “Living Underwater” no tenía permiso para navegar en el litoral del Parque Marino, asegura Ricardo Gómez Lozano, director de este parque, y considera que esta embarcación, al ser de fondo de cristal, no debía tener permiso de navegar a mar abierto, únicamente en la rada, “y se investigará si el permiso le corresponde a otro permisionario, y si se actuó fuera de la ley, podría perder su permiso”.

El titular del Parque Marino empezó diciendo que “existen embarcaciones que tratan de operar con permisos y matrículas de otras lanchas, y los guardaparques tienen instrucciones de no dejar pasar al Parque Marino a ninguna sin permiso, ésta era una de esas embarcaciones”, aseguró.

Seguidamente dijo que la lancha hundida “por ser una lancha de fondo de cristal… creemos que no debería tener permiso de cabotaje, es decir, no tendría por qué estar saliendo a navegar entre Cozumel a Playa del Carmen, porque generalmente las embarcaciones de fondo de cristal, por sus características, tienen permiso de la Capitanía de Puerto para navegar solamente en la rada de Cozumel”.

Admite que “hay irregularidades, por eso estaremos trabajando con la Capitanía de Puerto, para que en el siguiente proceso de renovación de embarcaciones que deseen ingresar al Parque Nacional, no solamente sea un proceso en que nosotros recibimos un documento firmado por Capitanía de Puerto y con eso nos damos por bien servidos, que así es como lo establece la ley, porque nosotros no tenemos la obligación de revisar lo que Capitanía emite. Sin embargo, viendo estas irregularidades que han existido, vamos a empezar a revisar cada una de estas embarcaciones, y las que no están operando y que no están en condiciones de hacerlo, no tiene por qué Capitanía darles autorizaciones y mucho menos nosotros renovarles sus permisos de ingreso al Parque Marino”:

Dice que la “Living Underwater”, original tiene permiso para ingresar al Parque Marino, el permiso que tiene “está a nombre de Max” (Maximiliano Zúñiga), “quien nunca ha tenido problemas con nosotros, sólo que el problema viene cuando ellos empiezan a subarrendar las autorizaciones a un tercero para que opere, lo que contraviene la ley porque nosotros le damos autorización a una persona porque es quien tiene los permisos y autorizaciones correspondientes, incluso los seguros de gastos médicos o daños a terceros le responden por alguna situación; sin embargo, al arrendar o subarrendarlo, es cuando suceden situaciones como la que estamos viendo”.

Asegura que por ley sí se puede subarrendar los permisos, pero siempre y cuando se cumpla una serie de lineamientos, “de hecho hay muchas embarcaciones que no son del propio permisionario, él arrenda estas embarcaciones, para eso nosotros les pedimos un contrato entre quien tiene la embarcación y quién la está arrendando, para crear un vínculo formal y legal entre ambos, para que las dos partes se hagan responsables de cualquier situación o eventualidad que suceda; pero arrendarlo sin autorización, ni el visto bueno del Parque Marino, o la Capitanía de Puerto, es cuando se presentan los problemas que pueden provocar que se les retire el permiso”.

El suceso con la “Living Underwater” sucedió fuera de la jurisdicción del Parque Marino, y nosotros no tenemos ninguna atribución, pero si Capitanía nos revisa los documentos y establece que esta embarcación está tomando atribuciones que no le corresponden y tiene duplicidad de matrículas o de nombre de alguna otra embarcación, eso es suficiente para que nosotros les retiremos el permiso. Sólo requerimos que Capitanía nos diga, ‘esta embarcación incurrió en estas infracciones y solicitamos que no les sea renovado’, sólo de esta manera vamos a actuar; aunque si el concesionario no demuestra bajo qué condiciones arrendó el permiso, ahí tomaremos cartas en el asunto, y se le podría revocar”, finalizó.