El robo de cobre no sólo afecta el servicio de alumbrado público sino también a usuarios de CAPA en diferentes municipios del Estado, pues amantes de lo ajeno se llevan el cable que suministra energía eléctrica a los pozos de captación. La problemática es mayor en Cozumel, según dio a conocer el gerente del organismo operador en la Isla de las Golondrinas, Julio César Dzab Aguilar, pues el daño ha sido calculado en poco más de dos millones de pesos en un año.

En este municipio, el robo de cable lo resiente más el Ayuntamiento de Solidaridad, principalmente en el tendido del alumbrado público y muy poco la CAPA, por la vigilancia que existe para llegar a los pozos de captación.

Julio César Dzab dijo que cuentan con cerca de 155 pozos divididos en cinco ejes y que cuando les roban el cable se afecta un eje, se afecta el suministro de agua potable a la población, pues dejan de operar entre 15 y 20 pozos. “Dejamos de mandar suficiente agua a los tanques de almacenamiento, eso al disminuir en 30% el suministro y por lo consiguiente eso nos causa presiones bajas, el caso ya se turno a las autoridades competentes que es el ministerio publico y las investigaciones se están dando por parte de la Policial Judicial y nosotros monitoreamos el avance, esperamos que haya buena respuesta”.

Comentó que en poco más de un año y meses que está al frente de CAPA en Cozumel, los daños alcanzan los dos millones de pesos por el robo de cobre.

“En los últimos robos se llevaron los cables aéreos, es lo que más nos afectan por su alto valor al restituirlo, pero para los amantes de lo ajeno significa muy poco dinero al vender el cobre. En el mercado negro estamos hablando de 15 a 20 mil pesos”.

Concluyó diciendo que las investigaciones las hace la PJE tanto a trabajadores de la CAPA como de forma externa. “En poco más de un año henos interpuesto 10 demandas. No se ha detenido a nadie, aunque en chatarreras se ha detectado el número de cable que tenemos”, dijo.