Rescatan a 9 personas tras naufragio de embarcación turística

Naufragaron nueve personas que se dirigían a Playa del Carmen a bucear. La lancha fondo de cristal en que viajaban se rompió con una ola y empezó a hundirse a medio mar, e hicieron el mayor esfuerzo posible para salvar sus vidas y para su fortuna luego de cinco horas flotando, todos ellos fueron encontrados por el yate ICE propiedad del millonario ruso Suleiman Kerimov.

Fernando Arturo Castañón Zamacona, comandante del Sector Naval de Cozumel, informó que a las 8:30 de la mañana, la Capitanía de Puerto recibió el reporte de que la embarcación de nombre “Livin under water” (viviendo bajo el mar) de 28 pies de eslora (longitud), propiedad de la empresa “Scuba Mau”, que se hizo a la mar a las ocho de la mañana desde La Caleta con nueve personas a bordo, siete turistas y dos tripulantes, se había hundido a medio canal de Cozumel, sobre la zona profunda del mar que se conoce como “El Cantil”.

El reporte fue hecho vía teléfono celular por uno de los tripulantes, lo que dio inicio a una búsqueda inmediata de los náufragos con la participación de dos embarcaciones de la misma Capitanía de Puerto, tres patrullas interceptoras de la Secretaría de Marina Armada de México (1401, 1407, y 1408), y se dio parte a la Estación Naval de Búsqueda y Rescate en Isla Mujeres a cargo de la Quinta Región Naval, que despachó un helicóptero que rastreaba el litoral entre Punta Venado y Punta Maroma, y se le pidió ayuda a la tripulación del yate ICE propiedad del magnate petrolero y dueño del equipo de futbol profesional ruso Anzhi Makhachkala, Suleiman Kerimov, cuyo capitán se sumó a la tarea de búsqueda con el mismo barco y el helicóptero “Eurocopter EC 135T-2” matrícula ZK-HLH, que traen a bordo.

El comandante explicó que fue precisamente el helicóptero Eurocopter EC 135T-2, el que divisó en el mar alrededor de las 13:30 horas a los náufragos asidos de una nevera y dos boyas a 5.5 millas al este de Punta Maroma, algunos portaban chalecos salvavidas, y dio parte al capitán del yate ICE y éste a su vez a la Secretaría de Marina Armada de México, que de inmediato canalizó a sus tres interceptoras al rescate de los buzos.

Las embarcaciones del Sector Naval regresaron a su muelle con los náufragos mexicanos Jorge Luis Pino Nah, Gerardo Piña Chassin, Victoria Natalia Moreno Valdéz, Alejandro Haro Russek, los estadounidenses Curtis Clossin, Lukah Bouchard, Ben Bouchard, en tanto que el yate ICE llevó a buen puerto a la pareja canadiense formada por Kevin Freedman, Katy Freedman, a los que entregó a las 15 horas la tripulación de la embarcación de buceo Choco-Ha, que los esperó a un costado de la lujosa embarcación al fondear en la rada de Cozumel como hace desde el pasado 27 de diciembre de 2011.

Una vez que rescataron del mar a las nueve personas, se les proporcionó la adecuada atención médica, y a decir del comandante naval, todos estaban cansados pero en buenas condiciones, sin ningún daño.

Versión de uno de los náufragos

“Volvimos a nacer”, exclamó al tocar tierra, Gerardo Piña Chassin, instructor de buceo de la empresa propietaria de la embarcación que se hundió. Enseguida relató la odisea que vivió al quedar solos en el océano juntamente con sus compañeros y los turistas con los que viajaban con quienes partieron desde La Caleta a las ocho de la mañana con destino a Playa del Carmen a un viaje de “buceo con tiburones toro”.

Refiere que al cruzar “El Cantil”, al que calculó una profundidad de un kilómetro, una ola los subió a la cresta, pero al bajar, el fondo de cristal de la lancha se golpeó y empezó a entrar agua “se hundió muy rápido en cosa de 30 segundos la lancha estaba hundida, lo primero que hice fue dar a la gente chalecos para flotar, aunque sólo pude tomar los que estaban en la cubierta, unas boyas, y una nevera.

Estuvimos como 5 horas nadando sin separarnos y apoyándonos para tratar de llegar a Cancún porque la corriente siempre te jala hacia allá”.

“Fue en eso que vimos el helicóptero del ICE, y como teníamos unos estrobos de una cámara hicimos señales, luego el helicóptero se marchó y pensamos que no nos vio, pasaron varios minutos, y en eso avistamos al ICE que emitió el sonido del claxon al vernos, que escuchamos con una alegría y fue como si hubiéramos vuelto a nacer”, asentó.