Disputa familia Joaquín edificio con ex socio

Se realizará este martes en Cozumel una de las diligencias decisivas del juicio que enfrenta al poderoso clan de los Joaquín contra uno de sus antiguos socios que ahora sufre la furia de la prominente familia política de Quintana Roo por un diferendo generado alrededor de un conocido edificio de condominios de lujo; los testigos han sufrido de intimidación y existe la amenaza de que sean secuestrados para que no se presenten a declarar.

Un diferendo de varios millones de dólares enfrenta en los tribunales, y fuera de ellos, al empresario de la construcción Frank Del Corno con la constructora Chacmool, propiedad de la familia Joaquín, el poderoso clan político-empresarial de Quintana Roo.

El propio don Nassim Joaquín Ibarra, conocido e icónico empresario cozumeleño, aparece como presidente del concejo de administración de Chacmool, según la página web de los condominios El Palmar, ubicados en el kilómetro 3.8 de la carretera costera Sur, un edificio de lujo con 63 unidades a la venta cuyos precios oscilan entre los 135 mil y los 745 mil dólares cada uno.

Los puestos de director general y de administrador general de la empresa aparecen a nombre de los nietos de don Nassim; Pedro Joaquín Delbouis y Nassim Joaquín Delbouis, respectivamente, quienes son hijos del ex gobernador Pedro Joaquín Coldwell, actualmente senador de la República.

Frank Del Corno, de orígenes italianos, de nacionalidad estadounidense y naturalizado mexicano, fue quien realizó el trabajo final de construcción de El Palmar, edificio construido a principios de los años 90 por el arquitecto Juan González Angulo, quien vendió la estructura en ‘obra negra’ luego de varios años de abandono a Chacmool, la empresa inmobiliaria de los Joaquín.

Del Corno fue contratado para realizar una obra de 11 mil 500 metros cuadrados consistente en los acabados, herrerías e instalaciones del lugar, por el cual se acordó un precio de 6 millones 200 mil dólares.

Según Del Corno, la obra terminó siendo de 17 mil metros y no se terminó de pagar lo acordado porque, siempre de acuerdo a su versión, tuvo un alejamiento con el joven Pedro Joaquín Delbouis, director general de Chacmool y actualmente líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Coparmex, en la isla, ya que él “quería surtir los materiales por su lado y tener una ganancia y yo no quise hacerlo así... ese fue mi error”, poco tiempo después el acuerdo que tenía Del Corno con Chacmool fue revocado y no solamente no se le pagó el resto de la deuda, sino que la empresa lo demandó por 1.6 millones de dólares que supuestamente les adeudaba por la venta de los inmuebles.

De acuerdo a esta versión, la ruptura con el hijo de Pedro Joaquín Coldwell fue el principio del fin de la buena relación que por años tuvo Frank Del Corno con el clan político-empresarial que ahora, asegura, le hace sentir todo su poder por medio de las cortes y de sus contactos en el sistema de impartición de justicia del estado.

Sin embargo, dado que considera que le asiste la razón jurídica, los juicios del orden civil los ganó el demandado y “como perdieron el civil” lo demandaron luego por la vía mercantil y ahora hasta por la vía penal.
En este último renglón, ahora resulta que Chacmool demanda a Frank Del Corno por supuestos vicios ocultos de la construcción que se avalúan por alrededor de 2 millones de dólares más.

De acuerdo a la demanda penal, los condominios de lujo El Palmar, están pésimamente construidos, sus acabados son de mala calidad, hay daños estructurales y se usaron materiales “chafas”; sin embargo, eso es ante la justicia porque ante los compradores, han vendido ya prácticamente la mitad del edificio y las unidades restantes se siguen ofreciendo en venta a través de Internet, de una oficina de ventas en el propio edificio y de diversos agentes inmobiliarios, que los presentan como propiedades de lujo destinadas al mercado de alto poder adquisitivo y no se menciona defecto alguno.

A pesar de todo eso, las demandas están vivas ante los juzgados y tanto el acusado Del Corno, como su abogado y los testigos que piensa presentar este martes, están siendo amenazados, tanto en persona como por teléfono y a través de sujetos que se envía a seguirlos, para que no se presenten y se desistan de sus declaraciones, utilizando incluso a supuestos agentes judiciales que ya de hecho le dieron “un susto” a dos de los testigos, el arquitecto Jorge Avila y el señor Manuel Uc, a quienes detuvieron los judiciales que por “robo de motos” aunque al final, luego de la clásica paseada en autos sin placas ni marcas exteriores y de intimidarlos dejándolos encarcelados por 48 horas, los presentaron solamente por “ultrajes a la autoridad” que porque le faltaron al respeto a los agentes; hechos que ocurrieron el pasado mes de agosto.

Por eso y por el hecho de ya al menos tres de los testigos han decidido no presentarse por miedo, la audiencia de este martes sobre la causa mercantil 107/2011 tiene gran importancia y por todos los medios, los poderosos empresarios están tratando de que los testigos restantes no se presenten.
Incluso se teme que puedan ser secuestrados, tanto los abogados como los testigos, quienes dicen que ya han notado que los están siguiendo los judiciales y temen que sean detenidos por algún pretexto, cargos inventados u otras artimañas ya que, aseguran, hay autoridades a nivel local que están actuando por consigna en favor de los demandantes.

Del asunto ya está enterado el cónsul de los Estados Unidos en Mérida, Gregory Segis y ante las amenazas que ha recibido e incluso hostigamientos a su esposa e hija, que ha sido rastreada por los judiciales en su domicilio y en su escuela; Frank del Corno responsabiliza de su seguridad, la de su familia y la de sus testigos, a los miembros del clan, sobre todo al senador Pedro Joaquín y a su hijo Pedro Joaquín Delbouis, de quienes asegura “me han dicho que voy a aprender quiénes son ellos”.
El candente juicio tendrá su próximo capítulo este martes a las nueve de la mañana en la sede de los juzgados de Cozumel.