Policías violadores se reservan su derecho a declarar

El expolicía municipal Juan Baltazar Jiménez Mendoza, acusado de la violación de una estudiante de 18 años de edad, se reservó su derecho a rendir declaración preparatoria ante el juez penal y su defensa pidió la ampliación del terminó constitucional.

En tanto que el otro expolicía municipal Bruno Ávila Mike, acusado de coparticpar en el delito, ratificó sus declaraciones rendidas ante el Ministerio Público, pero se negó a responder los cuestionamientos de la fiscalía.

De acuerdo al expediente presentado en la diligencia, las pruebas periciales arrojaron que la víctima sufrió una penetración cruenta y que sólo Jiménez Mendoza dio positivo a la prueba de fosfatasa ácida.

En punto de las 16:00 horas de este lunes, Juan Baltazar Jiménez Mendoza, de 27 años de edad, fue el primero en acudir a la rejilla de pruebas del juzgado primero penal, llevaba puesta una playera color rojo, y en su rostro se reflejaba la preocupación, pero éste, quien estaba asistido por un litigante perteneciente a un bufete jurídico, se reservó su derecho a declarar.

Tal y como lo hizo ante el representante social donde de igual forma se reservó su derecho a declarar, por lo que la defensa pidió al juez la ampliación del término constitucional que vence el próximo 29 de marzo, fecha en que posiblemente se le dicte el auto de formal prisión, por el delito de violación, que se castiga con de 25 a 50 años en prisión o hasta prisión vitalicia.

Posteriormente tocó el turno a Bruno Ávila Mike, de 25 años de edad, quien ratificó su declaración ministerial, en la que señaló que el día jueves 21 de marzo del año en curso, a eso de las 20:30 horas, realizaban su recorrido de vigilancia por la avenida Boulevard Bahía a bordo de la patrulla 064, la cual conducía y como comandante Juan Baltazar Jiménez Mendoza.

Durante la lectura del expediente, Ávila Mike aceptó haber declarado que al pasar por una construcción abandonada sobre el Boulevard Bahía, cerca del poblado de Calderitas, observaron un vehículo Volkswagen Sedán (volcho) estacionado en una zona oscura, por lo que apagaron sus luces y torretas para aproximarse a dicha unidad.

Ya frente al ‘volcho’ encendieron las luces laterales para alumbrar la unidad, y enseguida observaron que por el lado del chofer, bajó –a quien identificaremos con sus iniciales JMAM- el novio de CAAC, sin camisa, sudando y con el cierre del pantalón abajo.

El expolicía acusado de coparticipar en el delito imputado a su compañero declaró que el joven aceptó haber sostenido relaciones sexuales con su novia y que les lloró para que los dejaran en libertad para evitar que sus padres los reprendieran, pues eran estrictos, y que les ofreció dinero, en eso su Juan Baltazar Jiménez Mendoza con claves le dijo que detuviera a JMAM y estuviera pendiente con él arriba de la patrulla.

“Le coloqué los ganchos y cuando me dirigí hacia el vehículo para tomar los datos de la joven, Juan Baltazar me dijo que me regresara a la patrulla y estuviera pendiente con el detenido, y casi media hora después apareció el comandante, quien me dijo que liberara al joven, quien nos agradeció, aunque le dijimos que era la primera y última vez y a la próxima los consignarían, pero nunca supe qué pasó dentro del vehículo”, declaración asentada en la averiguación previa 094/3-2013.

Sin embargo, se negó a contestar los cuestionamientos del fiscal de la Procuraduría General de Justicia, y su defensor particular, licenciado Pascual Canul Pat, no pidió la ampliación del término constitucional, mismo que vence el próximo miércoles a las 21:00 horas.

Bruno, juntó las manos y se las llevó al rostro, como suplicando perdón, mientras estaba al borde del llanto, al reconocer el enorme error que cometió al proteger la acción realizada por su comandante y que hoy lo mantiene privado de su libertad.

Cabe señalar que el novio de la víctima, JMAM, señaló que el día de los hechos salieron del centro de bachillerato donde cursa el sexto semestre, a eso de las 20:10 horas y junto con su novia CAAC se dirigieron a comprar ‘hotdogs’ en un puesto situado por Elektra de la avenida Miguel Hidalgo con Mahatma Gandhi.

De ahí se dirigieron al estacionamiento del Boulevard Bahía, frente a las instalaciones de la Universidad de Quintana Roo, donde estaban comiendo, y apenas había terminado cuando observaron que una patrulla se estacionó detrás del vehículo de su papá, un Volkswagen Sedán, color anaranjado.

Le dijo a su novia que hablaría con los uniformados, pues no estaban cometiendo ningún delito ni faltas administrativas, y reconoció a Bruno Ávila Mike como la persona que le tocó el cristal, ya que es polarizado, quien le dijo que estaban estacionados en un lugar prohibido y que descendieran de la unidad.

El joven declaró ante el representante social que Bruno lo tomó del brazo derecho y lo llevó detrás de su vehículo y le dijo que estaban metidos en un problema por estar estacionados en un lugar prohibido, mientras que Juan Baltazar Jiménez Mendoza se dirigió hacia donde estaba su novia, y a los pocos minutos habló en claves, y fue el momento en que le colocaron los ganchos con las manos hacia atrás y lo subieron a la patrulla.

Señaló que desde la patrulla alzaba la cabeza y podía ver como Juan Baltazar pasaba a su novia al asiento posterior, luego bajó y se quitó el chaleco que dejó en la cabina de la unidad policíaca y regresó al automóvil, y más tarde de nueva cuenta alzó la vista y vio cómo su novia movía las manos como pidiendo ayuda, y alcanzó a detectar cómo su vehículo se movía frenéticamente.

Ante ello pidió a Bruno que no le hicieran nada a su novia, y si querían dinero que dijeran cuánto, a lo que Ávila Mike le contestó que no necesitaba dinero porque ganaba muy bien como policía. Media hora después vio que Juan Baltazar bajó del vehículo abrochándose el pantalón, se dirigió a la patrulla y se colocó el chaleco.

Lo llevaron lejos de ahí donde le dijeron que no dijera nada de lo contrario subirían el video de su novia a Internet; también que Bruno y Juan Baltazar lo golpearon con los puños cerrados en el abdomen que lo obligó a caer arrodillado y en esa posición le quitaron los ganchos y lo dejaron libre.

Caminó aproximadamente 15 minutos hasta que llegó a donde estaba su novia, quien le comentó lo que había sucedido, “me dijo que el policía gordito la obligó a realizarle sexo oral, y posteriormente le subió su falda y bajó su ropa interior, y colocó sus piernas en sus hombros, hasta que logró penetrarla sin protección alguna, por lo que me pidió ir con un amigo para comprarle la píldora del día siguiente, pues temía quedar embarazada”.

Luego de conseguir el dinero y comprar dicha píldora acudieron con los padres de la chica, quienes la acompañaron ante un representante social para interponer su querella y al concluir acudieron a la Policía Municipal Preventiva, donde Juan Baltazar y Bruno fueron llamados para que acudieran a la base y fue donde la afectada reconoció a su agresor al igual que su novio, y de inmediato fueron detenidos.

El agente ministerial anexó al expediente 094/3-2013 por el delito de violación las pruebas químicas, médico y criminalístico (ginecológicas, de luminol, de rastreo hemático, andrológico, entre otros resultados periciales), practicados a los inculpados, afectada y el vehículo.

Los policías dieron negativo al consumo de sustancias prohibidas y alcohol, al igual que la joven mancillada.

Los estudios ginecológicos revelaron que la víctima sufrió una penetración cruenta, y terminó muy lastimada con desgarres y laceraciones, sangrado abundante, lo que determina que hubo cópula con violencia.

En el vehículo se efectuó la prueba de luminol, que arrojó como resultados que en el asiento posterior del vehículo donde fue ultrajada la joven se hallaron rastros hemáticos (de sangre), así como en la ropa interior y vestimenta de la víctima y fue en la prenda íntima donde dio positivo la prueba de fosfatasa ácida (restos de semen).

Mientras que a los dos policías se les realizó el antidoping, el cual determinó que no consumieron drogas ni alcohol, y al aplicarles la prueba de fosfatasa ácida en la ropa interior de Juan Baltazar Jiménez Mendoza, dio positivo, pues se halló rastros de semen.

Pruebas contundentes para que el juez penal les dicte el auto de formal prisión a los dos policías por los delitos de violación, robo, privación ilegal de la libertad y lo que resulte.