DESPIERTA CODICIA DE EX GOBERNADORES INMENSO HOTEL ABANDONADO EN BACALAR

  • Por Fabiola Cortés Miranda
  • Bacalar
  • Noviembre 2021, 04 08:46:00

BACALAR, MX.- Sobre una superficie de poco más de 81 hectáreas y más de un kilómetro de frente con la laguna de Bacalar, se encuentra un complejo hotelero denominado Las Velas; de 325 habitaciones el hotel fue construido por el arquitecto y empresario hotelero Tomás Auñón Alonso, quien en 1996 adquirió la extensa propiedad. El predio fue vendido a Auñón Alonso mediante contrato de compraventa de 13 de junio de 1996, celebrado entre el Gobierno del Estado de Quintana Roo, en ese entonces representado por Mario Villanueva Madrid, y la sociedad mercantil Manati SA de C V, constituida por el empresario hotelero.

Sin embargo, unos días después del inicio del sexenio del gobernador Roberto Borge Angulo, el 26 de mayo de 2011, Luis Raymundo Canche Anquino, notario suplente de Marylin Rodríguez Marrufo, titular de la Notaria 4 de Cozumel, realizó una nueva escritura sobre un supuesto pero inexistente terreno de 133 hectáreas denominado “La Bocana”, que abarca el predio adquirido en 1996 por Tomás Auñon.

De acuerdo a la escritura 934, “La Bocana” fue vendida por una persona de nombre Víctor Manuel Totosado Reyes y adquirida por Desarrolladora Río Manzo, sociedad mercantil constituida en Monterrey, Nuevo León, y representada por Pedro Omar Campos Ramírez; pero desde 2011 a la fecha, cuando crearon la segunda escritura, los dueños del terreno ficticio La Bocana no han podido sacar provecho del terreno y el Hotel Las Velas porque el predio está inmerso en un complejo fideicomiso constituido por Tomás Auñón Alonso, el legítimo adquiriente, y que involucra a la institución bancaria Cibanco y a un banco inglés denominado Candlelight.


1996, CUANDO BACALAR NO ERA MAS QUE UN BELLA LAGUNA

En el año 1995, cuando Bacalar no era más que una hermosa laguna dentro del municipio de Othón P. Blanco, con algunas residencias de descanso de gente local, el hotelero pionero de Cancún, Tomás Auñón Alonso, en un sobrevuelo conoció el sitio y no le pasó desapercibida ni la belleza ni el potencial turístico que tendría Bacalar a la vuelta de los años, por lo que decidió adquirir el extenso terreno de poco más de 81 hectáreas donde construyó un hotel de 325 habitaciones al que llamó Las Velas.

De acuerdo al contrato de compraventa a plazos y condición suspensiva, el mismo fue firmado el 13 de junio de 1996 por el Gobierno del estado de Quintana Roo, representado por Mario Villanueva Madrid en su carácter de Gobernador, y Héctor Esquiliano Solis, secretario general de gobierno, como la parte vendedora; y la sociedad mercantil Manati SA de CV, representada por Tomás Auñón Alonso, como la parte compradora. Por el terreno de 813 mil 018 metros cuadrados ubicado, a la altura del kilómetro 16 + 600 al 17 + 500 de la carretera Chetumal-Bacalar, según antigua señalización, Tomás Auñón pagó un millón doscientos mil pesos.

Según el antecedente cuarto del contrato, la parte compradora declaró que sobre el predio adquirido se construiría un hotel con marina y campo de golf, de acuerdo al proyecto anexo al contrato. Asimismo, en la cláusula quinta se pactó una cláusula suspensiva consistente en que la construcción del hotel se iniciaría y continuaría de manera ininterrumpida dentro de los doce meses siguientes contados a partir de que la escritura de compraventa motivo del contrato se inscribiera en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio.



“Por esos años, la intención del gobierno del estado era detonar turísticamente la zona sur de Quintana Roo, por eso se estableció en el contrato una cláusula suspensiva que condicionaba al comprador a iniciar el desarrollo en los meses siguientes, pues de no hacerlo, el terreno regresaba a la propiedad del vendedor, o sea, del gobierno del estado”; explicó Tomás Auñón, quien inició con los trámites y la construcción del hotel Las Velas casi de inmediato, y continuó con el proyecto durante varios años más, según detalló.

Sin embargo, la crisis económica iniciada en Estados Unidos en 2008 arrastró a Auñón Alonso, quien ya enfrentaba problemas financieros con su otro centro de hospedaje, ubicado en la zona hotelera de Cancún.

Como arquitecto, Tomás Auñón conserva los planos originales que dieron origen al complejo hotelero Las Velas, así como una decena de carpetas con diseños hechos a mano por el propio Auñón Alonso y cientos de fotografías que retratan el nacimiento de Las Velas, lo que se proyectó como un hotel con una zona de villas para retirados, una plazoleta, un centro comercial e incluso una sala de cine.

LA NUEVA ESCRITURA SOBRE UN FALSO TERRENO

El veintiséis de mayo de 2011, a unos días de que Félix González Canto dejara el gobierno y asumiera el cargo Roberto Borge Angulo, hoy preso, se creó en la Notaría 4 de Cozumel una nueva escritura para dar vida al terreno llamado “La Bocana”, que abarca el predio adquirido en 1996 por Tomás Auñón.

La Notaría 4 le fue heredada a Marilyn Rodríguez Marrufo por su padre, Bello Melchor Rodríguez Carrillo, Procurador general del estado durante la gestión de González Canto, y en el año en el que se creó la escritura de La Bocana, Marilyn Rodríguez se desempeñaba como diputada en la XIII Legislatura (2011-2013), y su oficina notarial estaba a cargo del abogado Luis Raymundo Canché Anquino.

Según la escritura 904, volumen 20, el vendedor de la Bocana, Víctor Manuel Totosado Reyes supuestamente adquirió el predio de 133 hectáreas el 17 de julio de 1973 “por haberlo adquirido del señor Juan López, quien a su vez lo adquirió mediante justo título expedido por el C. Gobernador del Territorio Federal de Quintana Roo, de acuerdo con lo ordenado por el Decreto Presidencial de 1929 (…) haciendo constar que dicho inmueble actualmente aparece inscrito bajo el folio electrónico inmobiliario 81630”.

En la escritura quedó asentado que la compradora, Desarrolladora Río Manzo” SA de CV adquirió un bien inmueble rústico, un “terreno sin construcción”, sin embargo, “La Bocana” abarca además del terreno que en 1996 el arquitecto Tomás Auñón adquirió, el complejo hotelero en el que invirtió más de 30 millones de dólares y que le fue despojado con violencia.

LOS SOCIOS DE DESARROLLADORA RÍO MANZO

Según información del Sistema Integral de Gestión Registral (SIGER) de la Secretaría de Economía, Desarrolladora Río Manzo SA de CV se constituyó el 10 de diciembre de 2010 por Pedro Omar Campos Ramírez y Juvencio de León Mendoza, el primero con 99 acciones y el segundo con una acción.

Posteriormente, mediante asamblea, el 27 de febrero de 2015, los socios originarios vendieron sus acciones a Luis Manuel León Ayala (99 acciones) y a Gerardo Jaime Farias (una acción).

Hasta la fecha no existe registro de que Desarrolladora Río Manzo haya realizado asamblea alguna de incremento de capital por el predio La bocana, supuestamente adquirido.

VENDEDOR DE TERRENO FICTICIO DIJO HABER RECIBIDO 3 MILLONES DE DÓLARES

En la cláusula segunda de la escritura de compraventa, se estableció que las partes convinieron el pago de tres millones de dólares o su equivalente en moneda nacional por la suma de treinta y cinco millones setenta mil pesos, según al tipo de cambio de once pesos con sesenta y nueve centavos publicado en la fecha de la firma por el Banco de México en el Diario Oficial de la Federación. Y sin señalar cómo o cuándo se realizó el pago, en la escritura se estableció que el vendedor Víctor Manuel Totosado Reyes, “confesó” haber recibido dicha cantidad con anterioridad.

APARECEN COMPRADORES HOSTILES DEL HOTEL LAS VELAS

El hotel Las Velas es parte de un fideicomiso irrevocable traslativo de dominio y de garantía creado el 11 de noviembre de 2004 mediante escritura pública número 14 mil 386 pasada ante la fe del licenciado Francisco I. Hugues Vélez, Notario Público número 212 del entonces Distrito Federal; fideicomiso que se ha ido modificando durante los subsecuentes años. Actualmente el fideicomiso está integrado por Club las Velas Resort, S.A. de C.V. y la sociedad mercantil Otisa SA de CV, como fideicomitentes; la institución británica Candlelight Acquisition LLC, en su carácter de fideicomisario en primer lugar y CIBANCO en su calidad de fiduciario. Dicho fideicomiso se creó para garantizar un crédito por 4 millones 500 mil dólares.

En semanas recientes, Tomás Auñón Alonso en calidad de representante legal de Club las Velas Resort, S.A. de C.V. y Otisa SA de CV, ha recibido algunas ofertas hostiles de compra del terreno de 81 hectáreas y el hotel que construyó; ofertas entre las que están involucrados algunos ex gobernadores de Quintana Roo quienes con urgencia y mediante esta ilícita compra forzada pretenden legalizar la escritura de Desarrolladora Rio Manzo, pasando por alto que el inmueble se encuentra en proceso litigioso al interior del fideicomiso. (DRON: Óscar Camacho)