Clembuterol asustó a consumidores de carne. Cae drásticamente compra

La desconfianza que tiene la población en el consumo de carne de res, por temor a que esté contaminada con clembuterol, ya genera pérdidas en el sector comercial, como carnicerías, taquerías y pequeños restaurantes y fondas del destino, que han disminuido sus ventas considerablemente.

Algunos de estos negocios, sobre todo como carnicerías y taquerías, han preferido cerrar temporalmente en tanto se verifica que la carne que se está vendiendo tenga la garantía y certificación de la autoridad para su consumo.

En el caso de los restaurantes y pequeñas fondas del destino, algunos propietarios refirieron que por ahora no se está comprando el producto más que en establecimientos certificados o de las grandes cadenas comerciales, que traen la certificación TIF, lo que garantiza el producto, sin embargo, sí reconocen que la desconfianza de la población ha provocado que muchos guisos preparados con res, se estén quedando.

Por parte de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), se informó que se está realizando un sondeo o monitoreo en todos los establecimientos para determinar cuál ha sido el impacto que se ha registrado en la venta de platillos que incluyen carne de res y en la venta, aunque muchos de los grandes establecimientos surten sus productos directo de las grandes cadenas comerciales, por lo que no se prevé alguna complicación mayor, aunque sí se puede estar generando una disminución en el consumo local por efecto de la misma desconfianza que se ha dado.

En el mismo indicador, negocios como taquerías, torterías y otros pequeños establecimientos, reportan una caída en ventas, debido a que existe desconfianza de la población por consumir alguno de estos productos.

En el caso de las carnicerías, Rafael Ortega, presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Cancún (Canaco), refirió que algunas carnicerías de la localidad que tienen como mayor venta la carne de res, han preferido bajar cortina para evitar mayor pérdida, pues más que un desabasto en la localidad, lo cierto es que la venta ha disminuido por la desconfianza que se ha generado en la población y no se quiere vender para exponerse a alguna complicación.

Y es que se refiere que la mayoría de las carnicerías que operan en el destino, no tienen la forma de verificar que la carne que compran para venta esté libre de contaminación, pues en el destino se tienen dos o tres distribuidores de carne que dispersan el producto al resto de las carnicerías que operan en el destino.

Los negocios que han bajado cortina temporalmente, esperarán hasta que las autoridades terminen los verificativos en los rastros y en los centros de distribución para no exponer a la población ni tampoco seguir enfrentando pérdidas con la compra de un producto que no se venderá.