Víctima de extorsiones del crimen organizado, emblemática “cantina” cierra sus puertas

Por muchos años fue un lugar emblemático de Cancún, incluso, se presume que fue la primer cantina del Caribe Mexicano bajo un concepto tradicional al estilo “chilango” que además, traspasó fronteras porque fue visitado por un sin número de figuras públicas, entre políticos, actores y deportistas, pero hoy, “La Guadalupana” que operó por muchos años en la plaza de toros de Cancún, ha cerrado sus puertas víctimas de las extorsiones del crimen organizado.

Así, la cantina “La Guadalupana” se suma a la larga lista de negocios importantes que ante la falta de garantías de las autoridades para seguir operando en Quintana Roo, ha optado por cerrar sus puertas cansados ya, de pagar el clásico derecho de piso que no cobra, sino que exigen los miembros de la delincuencia organizada, sobre todo de “Los Zetas”.

En las últimas semanas, trascendió que los propietarios de este lugar que tenía una afluencia anual de 30 mil parroquianos, estuvieron pagando su “cuota” al crimen organizado de hasta 40 mil pesos mensuales, cifra que quizá les aumentaron o de plano, ya no pudieron seguir pagando y por ello, optaron por mejor “bajar las cortinas”.

Es importante resaltar que la cantina “La Guadalupana”, cuyo nombre proviene de una de las de mayor arraigo en la capital del país, estuvo operando desde 1996 en uno de los locales de la plaza de toros localizada en la avenida Bonampak lote 1, Supermanzana 4.
De esta forma, este emblemático negocio sucumbe ante las arremetidas del crimen organizado que opera en este polo turístico y que han convertido la extorsión, en una importante fuente de ingresos al mantener una férrea pelea por la venta de drogas con grupos antagónicos.

Con ello, empresarios de cualquier nivel se encuentran ya literalmente sometidos ante las embestidas de la delincuencia organizada, pues este tipo de amenazas han propiciado el cierre de varios de estos comercios, pues las finanzas de los propietarios no resistieron las “cuotas” mensuales que deben pagar a los delincuentes. Inicialmente, los empresarios extorsionados eran los propietarios de lotes de autos, quienes además de pagar dinero en efectivo, debían entregar vehículos de reciente modelo con todo y documentos originales.

Cifras extraoficiales, señalan que al menos el año pasado, en Playa del Carmen alrededor de 100 negocios (de todo tipo), cerraron sus puertas al ser víctimas del crimen organizado. En tanto que en Cancún, suman poco más de 200 los que se han visto afectados por esta misma situación.

La extorsión siguió creciendo y poco a poco los dueños de bares, discotecas, cantinas y otros ramos, fueron incluidos en la lista de los delincuentes que lo mismo amenazan a negocios lucrativos de la zona turística que en las colonias populares.

Una de las variantes que “ofrecen” a los dueños de bares y cantinas, es la de permitir que en su negocio se venda droga, con el acceso a "tiradores" que se establecerán en el negocio para realizar operaciones de “compraventa” de droga a los consumidores.

Sólo de esa forma, los dueños de estos lugares pueden librarse de la presión y la extorsión de los enviados de la delincuencia organizada.
A pesar de todo esto, se sabe que los propietarios de la cantina “La Guadalupana” mejor optaron por pagar su cuota de alrededor de 40 mil pesos mensuales, pero de la noche a la mañana, decidieron cerrar sus puertas al estar prácticamente trabajando para los criminales, pues las ganancias ya no las veían.

Breve historia
de “La Guadalupana”

Se presume como la primera cantina en el Caribe mexicano, y hay algo de cierto. Fue la primera en emular el concepto tradicional al estilo chilango, incluso por nombre lleva el de una de las de mayor arraigo en la capital del país, La Guadalupana.

La nostalgia por los espacios cantineros, pero sobre todo por la cocina botanera tradicional mexicana fueron los causantes de este negocio, cuya inversión rondó los 100 mil pesos, de la autoría de Alejandro Reyes quien involucró a sus hermanos Ana y Ricardo, actualmente los que velan por la administración y la operación. .

“Empezó en 1996 con 100 m2, 15 mesas y ocho empleados. Ahora tenemos 150 m2, 26 mesas y 16 empleados; ha sido un negocio noble que nos ha permitido un crecimiento del 200% y en ocasiones aventurarnos con otros espacios gastronómicos alternos”, declaró para una revista popular de Cancún, Ricardo Reyes.

“Al poco rato de operar La Guadalupana Cancún, la llevamos a Querétaro. Luego surgió el restaurante Lárami, El Salón de la Guadalupana y La Guadalupana Playa del Carmen. Cada una tuvo su momento y su razón, aunque la única que ha sobrevivido y con éxito es la de Playa desde su apertura en 2003, donde invertimos alrededor de 700 mil pesos”, señaló a la misma revista, la publicista Ana Reyes, a cargo de la administración de la cantina.

“Todos esos intentos no han influido en nuestros planes de expansión, pero a manera de franquicia. Hace un mes vendimos el know how para lo que será La Guadalupana Cuernavaca y en tres meses estará operando la de Acapulco. Tenemos inquietud de trasladar La Guadalupana al extranjero; Miami, Chicago y Los Angeles son las ciudades factibles”, dice Ricardo.
“En este concepto cantinero hemos invertido muchas horas y más de 1.5 mdp; pero es un producto maduro, como lo ha demostrado su expansión y el haberlo convertido a franquicia”, menciona Ana, coordinadora del Encuentro de Guisos Cantineros, que hubiera tenido una permanencia de 15 años ininterrumpidos de no ser por el huracán Wilma, aunque este año lo reponen.

“Esta industria tiene también debilidades, como la inconsistencia del personal, aunque agradecemos que casi toda nuestra fuerza laboral permanece con nosotros desde nuestra fundación. También la cuestión de excesos de impuestos, que alcanzan hasta el 35%.

Reconocemos que este gobierno ha sido un ente conciliador, facilitador y prácticamente han desaparecido las mordidas”.

Entre los ricos y famosos que la visitaron se encuentran Pablo Hermoso de Mendoza, Rafael Inclán, Rubén “Púas” Olivares, Luis Felipe Tovar, Arath de la Torre, todos los gobernadores y presidentes municipales, José Chapur, John McCarthy, entre otros.

El 2011 fue un cierre
complicado por extorsiones

Quintana Roo cerró de forma dramática el 2011, al registrarse el cierre de alrededor de 300 establecimientos comerciales y empresariales, debido a las extorsiones y amenazas de la delincuencia organizada.

“La combinación de inseguridad y crisis financiera ha puesto entre la espada y la pared a los empresarios, sobre todo en la zona norte, en Cancún y la Riviera Maya, donde ya hay muchos cierres de negocios”, dio a conocer recientemente Hernán Cordero, quien forma parte del comité de la Asociación Angel Ciudadano.

“Los números oficiales pueden variar, pero la tendencia nos indica que el cierre de negocios, tan sólo en la Riviera Maya, es de un 30 por ciento. Es en Playa del Carmen donde el problema se ha acrecentado”, destaca Cordero Galindo.

En las cifras oficiales se ha establecido que la delincuencia no ha mermado la actividad económica en esta parte del país, sin embargo, la realidad es muy distinta, ya que existen factores que dictan como la afectación ya es considerable.

Por ejemplo, en la Riviera Maya, de acuerdo con las cifras del sector empresarial, las extorsiones se han incrementado en un 150 por ciento del 2010 la fecha, lo cual ha originado el cierre de negocios.

“Las extorsiones han crecido significativamente, tan sólo en la Riviera Maya tenemos una situación muy considerable porque ya hay muchos cierres de negocios que no son registrados oficialmente pero que son un hecho”, refiere el entrevistado.

El caso de la Riviera Maya es considerable. Del 2009 a la fecha, el grupo de “Los Zetas” se introdujo al igual que en Cancún y ha condenado a los centros nocturnos, restaurantes y bares.

Esta situación en su momento fue denunciada, sin embargo, la autoridad federal no ha actuado y ante ello, el temor se ha generalizado por la impunidad existente en los principales destinos turísticos.

“Si te puedo decir que el 99% de los locales que están sobre la Quinta Avenida están siendo extorsionados desgraciadamente, eso en Playa del Carmen y muchos otros en Cancún, y hay empresarios fuertes que estaban teniendo negocios muy prósperos aquí que decidieron irse”, afirmó.