Marybel Villegas: arribista y oportunista… por decir lo menos

Fabiola Cortés Miranda

Los que no saben perder tampoco saben ganar.

Marybel Villegas Canché sólo ganó con el PRD, cuando fue diputada local; y de ella como representante popular no se tiene ningún recuerdo destacable, su “pasión por el servicio público”, no le ha alcanzado sino para escándalos, para polémicas absurdas.

A pesar de ello, como le sucede a la mayoría de políticos, ella “siente” que es muy apreciada, que tiene un gran número de seguidores, que está posicionada como nadie, y que los votantes la recuerdan muy bien; y claro que la recuerdan muy bien, pero como una persona desleal y traicionera, porque lo que más se puede recordar de Marybel Villegas Canché es que pertenecía al PRD, partido al que renunció en 2007 cuando no la designaron candidata a la alcaldía de Cancún, y en su lugar el entonces presidente municipal de Benito Juárez, Gregorio Sánchez Martínez, impulsó a Julián Ricalde Magaña.

Villegas Canché, creída de su “gran capital político”, buscó cobijo en el PAN, que la impulsó en todos su caprichitos, perdiendo dos veces la candidatura a la diputación federal, una vez por irregularidades cometidas en el proceso electoral, y la más reciente, porque la perredista Graciela Saldaña, abrevó de los votos que los quintanarroenses le entregaron en las pasadas elecciones a Andrés Manuel López Obrador, y se impuso frente a la entonces panista.

Pero ahora, como Marybel Villegas ve que el PAN es un barco que se hunde, prefirió brincar y buscar una tablita de salvación.

La renuncia obedece no sólo a que la coalición PRD-PAN no la postuló, lo cual para el político más miope era evidente que no sucedería; ¿cómo te puede postular un partido al que traicionaste ya una vez?. Marybel Villegas también se dio cuenta de ello, sólo que quiso aprovechar el supuesto desaire para bajarse de un tren que ya perdió su marcha…

Con una carta ridícula, que no explica nada más que su desmedida ambición, Villegas Canché asegura que su renuncia a la militancia del PAN se “deriva de la necesidad de encontrar espacios que me permitan corresponder al compromiso que tengo con los miles de simpatizantes y ciudadanos”. ¿Qué espacio quiere encontrar alguien de quien no se recuerda ninguna labor en beneficio de la comunidad?; alguien a quien se le conoce porque siempre ha estado atenta a los tiempos electorales para tratar de ubicarse en el mejor cargo…

Esa es Marybel Villegas Canché, ni política, ni mujer con ideas claras, y mucho menos persona con convicciones. Marybel Villegas es un personaje creado por las curiosas circunstancias políticas de los momentos; pero nada más.

De su carta sobresale el discurso demagógico, cuando se habla pero no se tiene nada que decir: “continuaré trabajando manteniendo mi objetivo que es y seguirá siendo reconstruir un nuevo tejido social en Quintana Roo y especialmente en Cancún”.

Marybel, qué es eso del tejido social, sino una de esas frases hechas, huecas, vacías; un discurso añejo que nadie cree que no permea.

¿Qué quiere Marybel Villegas para los cancunenses? “una pensión justa a los adultos mayores, apoyo a madres solteras, becas para estudiantes y espacios para su desarrollo, atención a discapacitados, protección a desempleados y un desarrollo a la niñez con mejor educación y alimentación”. Bueno, pues eso mismo dicen que quieren todos los demás políticos. ¿Cuál es entonces la diferencia entre Marybel Villegas y los demás?. Casi ninguna, salvo que Marybel es traicionera como pocos.