Calles y frentes de casas inundados, en medio de grandes encharcamientos, automóviles varados, ramas de árboles y algunos cables de electricidad caídos, fue el panorama que dejaron en las colonias populares de Cancún las fuertes y prologadas precipitaciones que no cesaron desde la madrugada de ayer domingo y que se prolongaron durante todo el día, a causa de los efectos del frente frío número seis asociado a una baja presión que afecta a la Península de Yucatán.

Por cuarto día consecutivo, la ciudad de Cancún amaneció bañada por las aguas de estas pertinaces lluvias, las cuales agravaron considerablemente las deficiencias que se padecen en los sectores populares de esta ciudad, donde muchas de sus calles, tanto interiores como principales, se convirtieron en verdaderos lagos, principalmente en las partes bajas.

En casos como el de la zona conocida como “Las Culebras” en la Región 232, el agua que cubrió por completo la carpeta asfáltica y las banquetas, ingresó a las entradas de varios domicilios, sin que fuera necesaria la evacuación de sus moradores.

Alma Ramos, vecina de dicho sector donde los encharcamientos son habituales cada vez que llueve, mencionó que desde que comenzó a llover con fuerza, alrededor de las 3 de la madrugada, elementos de Bomberos y Protección Civil, llegaron para verificar que los pobladores de “Las Culebras” se encontraran bien y en caso de ser necesario, se les trasladara a algún refugio que por las contingencias fueron dispuestos por las autoridades.

Como ya es costumbre, avenidas como la Tulum, en las zonas cercanas a sus cruces con las avenidas Ruta Cuatro, Talleres y Leona Vicario, registraron grandes encharcamientos que dificultaron el paso de vehículos, algunos de los cuales, principalmente de menor tamaño, se quedaban varados ante lo profundo de los charcos que cubrían completamente las banquetas, haciendo imposible el paso de los transeúntes.

En otras arterias como las avenidas Leona Vicario, a la altura de la Región 219, la Talleres y Los Tules del fraccionamiento Villas Otoch, por citar algunas, nuevamente las aguas las cubrieron por completo inclusive sobrepasando los bordes de sus camellones, ocasionando los consabidos estragos para peatones y automovilistas.

María Jesús Estrada Lara, vecina de la Región 219, donde, al igual que en otras colonias, varias de sus calles de terracería resultaron seriamente anegadas, dijo que durante la mañana, cuando la lluvia se dejó sentir con más fuerza, era imposible salir o entrar de su casa, lo que logró hasta poco antes del medio día, cuando el nivel del encharcamiento disminuyó ligeramente.

En sectores altamente inundables como la entrada al fraccionamiento Tierra Maya, fue prácticamente imposible acceder por la formación de un profundo y enorme charco, por donde únicamente podían pasar los autobuses de transporte urbano y otros vehículos altos.

Fernando Garma, vecino de dicho fraccionamiento, indicó que por el mencionado problema, los taxis se niegan a brindarles el servicio cuando desean retornar a sus hogares, por el riesgo de que sus vehículos pudieran quedar varados.

De igual manera, en regiones como la 97 y la 94, se registraron caídas de las ramas de algunos árboles, que por fortuna no causaron daños, salvo en un caso donde al enredarse con unos cables de electricidad, se vio interrumpido el suministro del fluido eléctrico.