En Puerto Morelos “cortan” guardias del hotel El Cid el libre tránsito

Sin que ninguna autoridad de nivel federal, estatal o municipal puedan proceder jurídicamente contra el emporio, los propietarios y administradores del Hotel “El Cid” , siguen haciendo de las suyas.

Este polémico hotel, propiedad de españoles, sigue propiciando alteraciones no solo en el medio ambiente, como la devastación al mangle con maquinaria pesada, sino también hoy se dan el lujo que el paso de servidumbre, que incluso lo estipula la propia Constitución de nuestro país, es obligatorio y es un derecho, a esta ley se la pasan por “el arco del triunfo”, al impedir el libre tránsito de los mexicanos por la única vía que comunica a la parte de la Costa Sur de Punta Brava y las demás propiedades.

Los “Guardias Blancas” armados que contrata el Hotel Cid, someten a los dueños de las propiedades, a quienes sujetan a un escrupuloso interrogatorio para comprobar si efectivamente van a sus propiedades, la cual también no se libran los turistas ni los transeúntes, ante su temor a que les tomen fotos de sus desmanes que están incurriendo.

El hotel El Cid ha sido el de mayor implacabilidad como un exterminador al medio ambiente, con de la devastación de kilómetros de mangle, construcción dentro de esta vegetación de bodegas, estacionamientos, plantas de tratamientos de aguas residuales que descargan al mangle, la negación al libre tránsito y el paro de transportistas, a la que ni la misma Sintra ha podido con el poder de los billetes verdes. Esta semana se llevoó a efecto un enfrentamiento entre los nuevos propietarios de un predio, de aproximadamente un kilómetro y medio de terreno. que le compraron a los dueños del hotel El Cid, el cual hace tres años, con la complicidad de autoridades arrasaron el mangle para luego venderlo en partes a diversos hoteles y estos revendieron a otros, lo cual, a estos últimos propietarios extranjeros, se les ha impedido el paso de servidumbre con el material de construcción para que construyan sus condominios y edificios y esto ha propiciado una alteración social que repercute a un sin fin de vehículos que transitan por esta zona restringida.

En la zona instalaron una caseta y pluma, desde donde controlan a los volqueteros y taxistas, que incluso han sido amenazados por los guardias mexicanos que defienden los intereses de extranjeros, que solo han traído a esta población contaminación al medio ambiente, devastación ecológica, alteración social, contaminación y negocios turbios , ya que no existe derrama económica que beneficie a los pobladores, ya que la mayoría de sus empleados son extranjeros y de chalanes para abajo son trabajadores de otros Estados del país, tratados con humillación, según algunos ex trabajadores de este hotel. Es urgente la intervención de autoridades para evitar que en los días sucesivos se dé algún percance donde pueda suceder una desgracia de vidas humanas.