En el Caribe mexicano se halló el esqueleto de un oso perezoso que podría tener 10 mil años

En el cenote Zapote, ubicado en la ruta de los cenotes de Puerto Morelos, se encontró el esqueleto del oso perezoso más grande de la historia y que podría tener más de 10 mil años. El ejemplar tiene una cabeza de entre 60 y 70 centímetro y se calcula que el tamaño del animal era de entre cuatro a cinco metros, detalló el explorador independiente, Vicente Fito.

El espeleólogo detalló que sólo se conocen tres esqueletos de este tipo en el mundo y éste es el que estaría está más completo.

Vicente Fito mencionó que fue en el 2009 cuando hizo el descubrimiento, mientras buscaba unas pozas en las cuevas del cenote Zapote: “(…) buscando pozas en estas cuevas, (…) encontré una grieta y poniendo línea en 52 y 54 metros a la salida de uno de los buceos fue que empecé a ver unos huesos, pero ya estaba justo de tiempo y lo tenía que dejar para otro día que regrese”.

Narró que fue en una tercera visita a la cueva, realizada específicamente para ver con mayor detalle el hallazgo, que se ubicó la cabeza del oso perezoso: “los más espectacular que tiene es la cabeza, que los otros dos animales que se han encontrado no tienen la cabeza, y verla de 60 a 70 centímetros aproximadamente con su dentadura y colmillos intactos es muy espectacular, no es nada parecido a lo que conozcamos”.

Aunque aún falta hacer pruebas de carbono 14, los expertos calculan que el esqueleto data de por lo menos hace 10 mil años, indicó.

Explicó el también instructor de buceo en cavernas que el esqueleto está casi intacto porque el lugar donde se halla al parecer no tiene afluencia de agua, se trata de una fosa de agua estancada. Agregó que “(…) al momento sólo lo hemos filmado, (se tiene) que regresar para hacer una cuadrícula, fotografiarlo y dibujar un plano de la cueva para tratar que los expertos digan cómo llego el cuerpo ahí”, detalló.

Indicó que los estudios indicarán cómo llego el espécimen al sitio, si es previo a la formación de la cueva o es posterior a la formación; aventuró que lo más probable es que el oso perezoso pudo haber caído y se ahogó: “el esqueleto está intacto en el suelo pero se ha ido erosionando y tiene como huecos y zonas vacías debajo del cuerpo y se ha deformado un poco el esqueleto, pero si lo miras de un plano superior se mira todo”, aseguró.

Añadió que en Quintana Roo, por la gran cantidad de cuevas, cenotes y ríos subterráneos, se han encontrado restos de “gonfoterio, que es una especie de elefantes pequeños, camellos, caballos, esqueletos humanos, los megaterios u osos perezosos gigantes”, y que forman parte de la de la megafauna del estado.

El buzo espeleólogo destacó que el descubrimiento del oso perezoso, así como otros que se han hechos; son realizados en los tiempos libres de los exploradores, que además aplican sus propios recursos; adicionalmente, Vicente Fito comentó que en ocasiones los buzos especializados colaboran con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Sobre los saqueos, el explorador destacó que es un asunto de conciencia ciudadana, en ese sentido, se debe generar consciencia entre los buzos de no tocar y de comunicar los hallazgos, porque hay exploradores que no los reportan, “los guardan para patrimonio personal, para mostrarlo a sus conocidos o amigos, y no entienden que un descubrimiento cambia los libros de la historia de América”, finalizó. (NoticaribeNews)