Pacquiao promueve pelea con Bradley mientras habla de retiro

Manny Pacquiao y Timothy Bradley Jr. saben que casi cualquier aficionado al boxeo hubiera deseado que Floyd Mayweather Jr. estuviera el martes junto al púgil filipino en el Hotel Beverly Hills.

Pero cuando Pacquiao y Mayweather no se pusieron de acuerdo para la pelea que todos quisieran ver, el campeón recorrió hacia abajo la lista de retadores para organizar una pelea que, espera, disfruten sus seguidores.

Pacquiao y Bradley empezaron el martes a promover su combate en peso welter del 9 de junio en el hotel MGM Grand Garden de Las Vegas. Aunque el también legislador filipino y su adversario invicto posaron para los fotógrafos y se elogiaron mutuamente en un salón del hotel en Hollywood, Pacquiao y su equipo estaban conscientes de que la ausencia de Mayweather pesaba sobre la ocasión.

"Estoy dispuesto a pelear con Mayweather", dijo Pacquiao. "Pero tengo que pelear con los muchachos que anhelan pelear conmigo. Timothy Bradley es fuerte y puede golpear con fuerza. Es un buen boxeador, así que es un reto pelear con semejante tipo".

Pacquiao (54-3-2, con 38 nocauts) sabe que deberá realizar una amplia promoción para que sus aficionados se interesen en un combate contra Bradley —un campeón de Palm Springs, California, con 140 libras de peso (63,5 kilos) y foja de 28-0 (12 nocauts)— que nunca ha atraído ni una fracción de la atención que genera aquél en el mundo.

El boxeo debería encontrar una nueva cara ya para el año próximo. Mayweather ha peleado esporádicamente como treintañero y Pacquiao dice que evaluará el retiro en noviembre después de sus dos próximas peleas.

"Mis hijos me piden: 'Papi, quiero que te retires, pero antes tienes que pelear con Mayweather y derrotarlo''', comentó Pacquiao con una gran sonrisa.

Presionado para que ofreciera detalles del derrumbe de las negociaciones con Mayweather, Pacquiao dijo que hace varias semanas le habló por teléfono y le planteó dividir equitativamente todos los ingresos.

El filipino dijo que Mayweather le ofreció 40 millones de dólares garantizados, pero ni un centavo de los ingresos de la transmisión paga por televisión, que podrían ascender a 150 millones.

"Eso me parece vergonzoso. Está tratando de aprovecharse de mí. No quiere pelear", declaró Pacquiao.