Empate con sabor a derrota en un estadio Azteca lleno que no dejó de apoyar

Primero ante Jamaica fue la falta de actitud. Contra Honduras el mal fue el árbitro y los calambres. Hoy hubo actitud, llegada pero nunca goles y, eso sí, otra mala actuación del silbante.

La Selección Mexicana sumó su tercer empate en tres partidos del Hexagonal por un 0-0 muy diferente al de febrero pasado en casa ante los caribeños, para de cualquier modo verse rezagado y obligado a sumar como visitante lo que no ha podido como local.

El Tricolor no pudo esta vez con el silbante Alexander López que se comió dos penales, pero tampoco con sus propios males: falta de contundencia, de solidez futbolística y bipolaridad anímica.

Abusivo de los centros al área, justo como los estadounienses son casi infranqueables, al menos los de José Manuel de la Torre desde el inicio marearon a unos visitantes de muy poca peligrosidad pero gran solidez en la zaga.

Las combinaciones por las bandas, los cruces hacia el centro y los pases filtrados provocaban vértigo y el gol parecía ser una consecuencia inminente.

Pero el santo volvió a estar de espaldas. O al menos así estuvo el silbante guatemalteco Alexander López en el penal claro que le cometieron al "Chicharito" al minuto 12, cuando al ubicarse en el área fue derribado por Michael Bradley, quien aplicó un nada discreto empujón con las manos.

El árbitro asistente, Gerson López, levantó la bandera en señal de que vio la falta pero por muy poco tiempo como para no evidenciar más a su compañero.

Un minuto después, Severo Meza se confirmó como el lado más flaco del Tri. De repente se encontró con balón casi enfrente del portero,como para soltar un disparo cruzado. Prefirió pasar hacia el centro y su única hazaña fue regalar la pelota.

Entre tanto dominio local, la única manera como EU logró inquietar en todo el juego fue mediante un remate de cabeza de Geoff Cameron que rozó el poste y que Jozy Altidore estuvo a milímetros de empujar al 15'.

Tras ello llegaron tres remates de cabeza en el área, dos de Javier Hernández y uno de Jesús Zavala, pero ninguno con la suficiente comodidad o dirección para que el grito de expectativa se convirtiera en alarido de gol.

Presionados y frustrados por lo que había sido el Hexagonal en sus dos primeros partidos, los signos de decepción aparecieron en el Tri a manera de falta de acompañamiento.

Guardado dejó de figurar por la banda izquierda, Giovani empezó a desperdiciar centros, Javier Aquino no terminó por evidenciar a DaMarcus Beasley y los contenciones seguían en lo suyo: impidiendo ataques visitantes pero sin aportar suficiente al frente.

La tónica se mantuvo en el segundo tiempo, cuando el "Chepo" movió sus piezas y mandó a Salcido como defensa central para que los dos laterales se fueran al frente y el equipo quedara sólo con Zavala como contención.

Volcado al frente y por momentos desordenado, el Tri buscaba demasiado por arriba. De cualquier modo los intentos no escasearon como tampoco un nuevo yerro del árbitro, quien no vio una falta sobre Javier Aquino que debió ser penal al 75'.

Enloquecido en su área técnica, el "Chepo" acumuló galones de bilis pero ese momento fue el clímax de su ira.

Con los estadounidenses más cerrados atrás y el Tri sin vías de ingreso al área, el partido tomó tintes desesperados y prueba de ello fue el remate de Omar Bravo, quien remató a bocajarro de la portería visitante, nuevamente desviado.

Todavía Zavala remató en la compensación y pareció haber una mano en el área que el DT mexicano no dudó en también reclamar, aunque luego debió ser quien calmara a los suyos porque se le abalanzaron al árbitro tras el silbatazo final.

Así, el Tricolor apenas sumó su tercer punto para colocarse en el quinto puesto del Hexagonal, en una posición que ni es de Repechaje. Ello por el triunfo de Panamá sobre Honduras y el de Costa Rica sobre Jamaica esta misma jornada.

Los canaleros llegaron a 5 puntos, por 4 de Costa Rica, Honduras y Estados Unidos, mientras el Tri acumula 3 y Jamaica 2. Una triste realidad repleta de urgencia por reaccionar.