Chivas 1-1 Deportivo Quito Arellano rescató del hundimiento total al barco chiva

El Titanic rojiblanco parecía completamente hundido, no había posibilidad humana de rescatar al equipo de la catástrofe, pero apareció Omar Arellano para rescatar un barco que ya se veía totalmente perdido, nada menos que a manos del Campeón ecuatoriano, el Deportivo Quito.

La gloria que se le negó el sábado pasado con su gol ante Monarcas Morelia tras perder la ventaja de un gol frente a los michoacanos, se le devolvió en este duelo, para terminar siendo el hombre que rescató al Rebaño de la catástrofe.

El desazón, las caras largas, las manifestaciones de inconformidad y hasta los insultos a todo lo que venga de parte de la institución, se adueñaron de cada rincón del Omnilife, pero el remate de la "Pina” en el minuto 92’ hizo olvidar aunque fuera solo por un instante, 90 minutos llenos de calamidad rojiblanca.

A pesar del empate hay cosas que quedaron imborrables en la memoria colectiva de cada uno de los 5 mil aficionados que, valientemente, se acercaron al Omnilife. La incercia futbolística de Chivas sigue llevando al equipo hacia ninguna parte y nada garantiza la mejoría inmediata.

Un empate en el debut de Copa Libertadores no suena mal, pero al revisar el disco duro del partido, al análisis debe dejar conclusiones muy pobres para un equipo que avanza con ahínco hacia ningún lado.

La inercia negativa de Chivas estuvo a nada de tocar fondo, al no poder imponerse al Deportivo Quito, el cual desde muy temprano los puso contra las cuerdas con el gol del argentino Matías Alustiza.

Apenas a los 8 minutos de partido el atacante inauguró la noche de terror en el Omnilife, al aprovechar un error en la salida de Jonny Magallón que fue anticipado por Luis Saritama, para luego tocar al frente y el argentino tras un par de gambetas en el límite del área grande, y a pesar de la tardía reacción de Magallón puso su disparo pegado al poste izquierdo de Luis Michel.

A pesar de que Guadalajara no mostró desesperación y fue paciente con la pelota en los pies, en la última zona se encargó de hacer todo lo que no debía: al enfrentar a dos zagueros de considerable estatura, se dedicó a tirar pelotas por lo alto y pocas veces fue peligroso, mucho menos efectivo.

En términos generales, Chivas no tuvo un sólo disparo a puerta en los primeros 45 minutos, mismos que se diluyeron como agua entre los dedos.

Para la parte complementaria Ambriz decidió sacar a Patricio Araujo para poner a Jorge Mora, en la búsqueda de generar mucho más futbol que lo mostrado en la primera mitad y con las modificaciones, el Guadalajara terminó jugando con tres ejes de ataque.

Chivas empató en los últimos suspiros del partido en base al empeño y empuje de sus jugadores, y no por una igualdad tangible en el partido.

En el minuto 89’, Julio Nava puso un centro “a la olla”, que milagrosamente Omar Arellano remató de cabeza y terminó despertando el grito interminable de gol que no fue suficiente para saciar el deseo de recriminar al equipo su actuación.

Al final del día, la estadística sigue siendo cruda: en el 2012 el Rebaño sigue siendo incapaz de conseguir una victoria. Ya son seis partidos sin ganar y el panorama ante Rayados en su regreso a la Liga, parece ser poco halagador.