Barcelona hace la hazaña, golea al Milán y pasa a cuartos de final del la Champions League

El Barça de la crisis, del declive; el Lionel Messi bajoneado y maniatado, terminaron por ser meras anécdotas.

Una gran noche catalana se vivió en el Camp Nou, donde el equipo local venció 4-0 al Milán para conseguir una impensable remontada y superar la derrota de 2-0 en la Ida de los Octavos de Final de la Champions League.

Obligado el Barça a jugar volcado al frente y a materializar esa filosofía en goles, el Milán le apostó a la misma fórmula de hace un par de semanas, cuando elevó el “Catenaccio” a la perfección y borró por completo a Messi y los suyos.

Sólo que esta vez la diferencia fueron los pequeños pero significativos errores de los “rossoneri” que los culés aprovecharon a cabalidad. Pero sobre todo, la intensidad, casi euforia, con que el equipo blaugrana saltó al Camp Nou, esplendoroso desde antes del silbatazo inicial con un mosaico con los colores del club y la "senyera", la bandera catalana.

Como pocas veces, las dudas rodeaban al Barcelona previo a este partido. Tres derrotas en sus últimos cinco partidos no parecían casualidad, más cuando dos de ellas se las propinó el Real Madrid, una en Liga y otra en Semifinales de Copa del Rey. El otro tropiezo había sido el del Milan en la primera parte de esta serie.

Pero Messi tardó sólo cinco minutos en ridiculizar a los detractores y a quienes intentaban ver en esos antecedentes el declive irreversible de uno de los mejores equipos de la historia.

El argentino más bien dejó en claro que todo ello quedaba en un bache superado porque desde ese momento adelantó al Barça con un disparo de zurda desde fuera del área, apenas en la primera ocasión que su equipo atravesaba la muralla italiana y pisaba los tres cuartos de cancha.

Lo hizo tan fácil que la remontada de pronto se volvió más que posible, más aún cuando un disparo de Iniesta se estrelló en el travesaño gracias al desvío del portero Abbiati al minuto 11’. También porque el Milán falló en momentos y zonas del terreno que fueron clave, principalmente al dejar espacios afuera de su área.

Sin embargo, la perdición de los italianos no sólo estuvo en los significativos errores defensivos, sino también en los de ataque, donde Stephan El Shaarawy y Kevin Prince Boateng estuvieron lejos de inquietar demasiado.

El marcador apenas iba 1-0 a favor del Barça, era el minuto 38 y M’Baye Niang tuvo un mano a mano frente a Víctor Valdés que habría matado la eliminatoria. Sin embargo, el delantero estrelló su disparo en el poste y a la jugada siguiente ocurrió lo impensable.

El Capitán Ambrossini perdió un balón que recuperó Iniesta, quien pasó para que Messi controlara y soltara su segundo zurdazo magistral de la noche para empatar la eliminatoria.

A la vuelta en el complemento, David Villa marcó el 3-0 con un tiro cruzado gracias a un extraordinario pase de Xavi y a que en la barrida no pudo rechazar el defensa Kevin Constant.

Massimiliano Allegri pretendió revolucionar a su equipo con los ingresos de Sulley Muntari, Robinho y Bojan. Así adelantó líneas y el Barça parecía consentir al rival, jugando a matar o morir: a recibir el gol que los dejara fuera porque la diferencia sería un tanto de visitante de los italianos o a matar si cazaban al contragolpe.

Tras pasar algunos apuros, ya con Carles Puyol en la cancha en lugar de Javier Mascherano, finalmente ocurrió lo segundo en la compensación, cuando Jordi Alba definió ante la salida de Abbiati para poner el 4-0 en el Camp Nou y el 4-2 en el global.

Gracias a ello, el Barcelona consiguió su pase a Cuartos de Final, vengó así la eliminación de la edición pasada, cuando el Milan los dejó fuera en la Fase a la que ahora avanzaron y, por encima de todo eso, confirmó que los grandes también pasan por baches y altibajos.