Aunque el presidente electo, Enrique Peña Nieto, perdió en Quintana Roo, frente al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, el gobernador del estado, Roberto Borge Angulo, aún no reconoce su derrota; y mucho menos que el estado, considerado un bastión del PRI, le entregó, por un amplio margen, sus votos a la oposición.

¿Qué mensaje le deja que el estado se perdió, porque lo gana un partido diferente al PRI?, le pregunta un reportero, a un Roberto Borge acostumbrado a la soberbia, y el joven mandatario, deja ver que el fracaso no ‘le deja ningún mensaje’; que no aprende de la derrota, porque no parte del principio básico, que es reconocerla:

“El estado ganó en otros municipios el PRI, el PRI en Cancún tuvo una elección Andrés Manuel López Obrador, donde ganó (sic), yo he sido muy claro, yo respeto las decisiones de la democracia; en Solidaridad también, pero el PRI también tiene senadores y diputados federales electos”.

Borge Angulo, quien utilizó todo el aparato estatal para tratar de reportar una votación favorable a Peña Nieto, le falló a su candidato; aunque se sintió satisfecho por las dos diputaciones federales y las dos senadurías que consiguió el PRI, gracias a una intensa compra y orientación del voto.

Y a tono, como de burla, el Gobernador de Quintana Roo, un joven priista con “costumbres” del más ancestral PRI, aseguró que la preparación de las próximas elecciones locales quedarán en manos del tricolor, y en las que él se mantendrá al margen; lo cual es muy difícil de creer, pues el Revolucionario Institucional espera recuperar los cuatro municipios perdidos en los comicios pasados frente a los partidos de oposición; trabajo que ya empezó desestabilizando a los municipios no priistas:

“El partido estará trabajando (en las próximas elecciones); lo estará haciendo el dirigente estatal Pedro Flota, lo estará haciendo con los comités municipales, yo soy respetuoso de mi investidura como Gobernador”, expresó Borge Angulo, con una última frase que sonó a broma. (NoticaribeNews)