Se mantuvo cerrado el puerto para embarcaciones menores

Basándose nuevamente en las consideraciones de un boletín meteorológico que llega hasta las diez de la mañana desde la capital de la república, este domingo la Capitanía de Puerto mandó cerrar la navegación para embarcaciones menores afectando a lancheros, casas de buceo y náuticos, sector que teme enfrentar una nueva temporada de nortes llena de cierres injustificados del puerto que se dan justo en la mejor temporada para hoteles y buzos.

Por años, las agencias de buceo y las asociaciones de boteros y dueños de barcos han querido negociar con la Capitanía de Puerto y sus sucesivos titulares, un protocolo de acción en caso de “nortes” que esté basado en la observación directa de las condiciones del mar aquí en Cozumel y no, como se hace ahora, proceder de acuerdo a lo que se ordena desde la Ciudad de México.

Sin embargo, esos reclamos hasta hoy no han sido escuchados y la esperanza de que el nuevo capitán de puerto, Eduardo Meixueiro Mancisidor, preste oídos a la petición se van esfumando en cuanto avanza su periodo al frente de la capitanía y el funcionario sigue aplicando los mismos criterios.

La última vez fue el domingo pasado, cuando había mal tiempo pero no como para cancelar la operación de todo tipo de embarcaciones salvo los ferrys y los barcos a Playa del Carmen.

A pesar de eso, la Capitanía de Puerto ordenó el cierre del recinto y con ello echó a perder las actividades de turistas que, como los que vienen a bucear, se van frustrados de la isla siempre que esto sucede.

Para hacerlo todavía peor, la decisión de cerrar el puerto no se da a conocer sino hasta pasadas las diez de la mañana cuando los viajes están listos para salir desde las ocho y la temporada en la que más se cierra el puerto, la temporada de “nortes” coincide con la temporada alta para la hotelería local, que el resto del año se la pasa penando y en los mejores meses tiene que sufrir esta especie de lotería climática donde el que siempre pierde es el turista y la imagen del destino.

Sin embargo, a los capitanes de puerto lo que les interesa es quedar bien con sus jefes, cuidar sus chambas y cumplir sus rutinas burocráticas, sin importar las consecuencias para la comunidad que se ve afectada por no poder trabajar.