Fabiola Cortés Miranda

2013 no parece que vaya a ser el “año del Dragón” en Cancún; no lo fue el 2011 ni el 2012, y tampoco las perspectivas apuntan a que lo sea el 2013; al contrario; cada vez se complica más, para los empresarios, sacar adelante el proyecto del Dragon Mart Cancún.

La oposición a que el gigante asiático establezca un mega mercado en Puerto Morelos, comunidad turística ubicada entre Playa del Carmen y Cancún, ha ido sumando voces; y en el sentido opuesto, sus promotores han ido perdiendo apoyo.

Encabezado por su negociador visible, Juan Carlos López Rodríguez, vinculado a los antaño poderosos Bribiesca Sahagún, el Dragon Mart se está convirtiendo en el proyecto de los “desmentidos”, de las “aclaraciones”, de las “modificaciones”, y de las confrontaciones abiertas, lo que ha causado un desgaste del que difícilmente se podrá recuperar el proyecto comercial que sólo podría pasar si el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, encontrara algún interés personal en éste, pues darle el visto bueno sería ir en contra de amplios sectores sociales, comerciales, industriales y sindicales; casi casi una harakiri.

El 22 de marzo del 2011, durante la firma del convenio, el cual por cierto, no se ha hecho público, entre empresarios chinos y el gobierno de Quintana Roo, encabezado por el entonces jefe del ejecutivo estatal, Félix González Canto; el actual senador priista se congratuló de que fuera este estado, el que había “convencido” a los inversionistas chinos de que Cancún era la mejor opción para establecerse: ‘Cancún fue la ciudad que ofreció mejores condiciones a los inversionistas asiáticos, luego de que una delegación china recorriera y evaluara distintos lugares, como Mérida, San Luis Potosí, y Guadalajara, además de otros países como Brasil, Argentina, Panamá, Venezuela y Chile’, se dijo en la conferencia de prensa efectuada en el Cancunmesse, en Cancún.

Como casi todo político, sin memoria, Félix González Canto hace apenas unos días negó, en una entrevista en Radio Fórmula, que él hubiera promovido un trato preferencial para los inversionistas chinos, y aseveró que “el gobierno participa como un facilitador, como lo hace con cualquier inversión que llega a Quintana Roo”.

Sin embargo, en la memoria mediática quedó consignado todo lo que el gobierno, a cargo todavía del hoy Senador priista ofreció a los asiáticos: subsidio para el pago del impuesto sobre traslación de dominio, disminución en el pago de los derechos ante el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, el diferimiento de pago del impuesto sobre nóminas, durante el periodo de consolidación, disminución sobre los derechos de conexión ante la Comisión de Agua Potable, gestión ante el ayuntamiento de Benito Juárez para obtener una disminución en el pago del impuesto sobre adquisición de inmuebles, así como en el pago del predial por los próximos tres años; apoyo para el pago de licencia de construcción y trámites necesarios para su aprobación conforme las modificaciones habidas en el Programa de Ordenamiento Ecológico Local, gestión ante el gobierno federal para lograr la relocalización de las torres de alta tensión de la CFE, otorgamiento de becas de trabajo durante la etapa de capacitación del personal mexicano que trabajará en el Dragon Mart, apoyo para la construcción de una planta de aguas residuales y la construcción de vialidades y acceso al proyecto.

Todo eso ofreció Félix González Canto, quien ahora dice que su gobierno se comprometió a ser solo un “facilitador”, y que lo mismo hace con “cualquier inversión”.

Pero lo que no esperaban los promotores del Dragon Mart es que la iniciativa comercial se ganara el repudio casi generalizado de la población de Puerto Morelos, de Cancún, de Quintana Roo, de la Península de Yucatán, y así, en efecto dominó, de cámaras y asociaciones de las diferentes industrias como la del vestido, la del juguete, la de los muebles; por citar algunas; cuyos líderes han exigido, a nivel nacional, la cancelación del proyecto.

De último, el Congreso de la Unión ya se subió al tren anti Dragon Mart, con lo que ahora el mega mercado, en el que están involucrados políticos a través de prestanombres, empresarios, y hasta el gobierno chino, según dicen algunos personajes, como David Barkin, Doctor en Filosofía, y especialista en Economía por la Yale University; parece estar ante el principio de su fin... Ya se verá

Esto no me lo crea, es sólo un chisme

Dicen, y sólo habrá que esperar al sabio tiempo, que Karla Romero Gómez, directora de Radio Ayuntamiento, buscará obtener en las próximas elecciones una regiduría por el Partido Acción Nacional (PAN), y es que según cuentan, la actual directora de Radio Ayuntamiento en el gobierno perredista de Julián Ricalde; de la noche a la mañana se volvió albiazul, y hasta se afilió a ese partido, y votó en los comicios internos en los que Jessica Chávez fue elegida dirigente estatal.

La “chica de la radio” no ha desaprovechado el espacio pagado por el ayuntamiento de Cancún para promocionar su imagen, y en las noches, hasta regala tamales a los taxistas de Cancún, con tal de ganar audiencia, y votos para su partido…

Karla Romero Gómez, fue directora de Radio Ayuntamiento, en la administración del ex alcalde Gregorio Sánchez, y fue removida de su cargo, en septiembre del 2010, por cobrar en la nómina del ayuntamiento de Benito Juárez, y al mismo tiempo en la estatal, a través del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social; lo que es sancionado por la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del estado.

Romero no fue destituida, porque se le designó como directora de noticias, aunque, la funcionaria, en realidad no se presentaba a laborar a Radio Ayuntamiento.

Así es que ahora la “locutora consentida” de los gobiernos perredistas buscará una regiduría por el PAN; pero no me lo crea, es solo lo que cuentan por allí.