Tiene Quintana Roo las peores cárceles de México. Ocupa el último lugar en condiciones de gobernabilidad: CNDH

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  • Chetumal
  • Octubre 2012, 26 09:04:35
De acuerdo al Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2011, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), las cárceles de Quintana Roo se encuentra debajo del promedio nacional (6.41), con una calificación general de 5.44 puntos (sobre 10); y en algunos rubros como el de condiciones de gobernabilidad, se encuentra en el último sitio de todos los penales del país analizados por la CNDH, con una calificación de 3.7.

“El DNSP es un instrumento de evaluación que permite analizar la situación que impera en el sistema penitenciario nacional”; (…) el ejercicio consiste en calificar en una escala del 0 al 10 una gama de indicadores y sub indicadores que representan las condiciones mínimas que deben existir en una prisión, de acuerdo a nuestra Constitución (…)”, señala el documento de la CNDH.

Los indicadores que verificó la CNDH en las 100 prisiones más pobladas del país, tanto en visitas realizadas por denuncias específicas, como en el ejercicio de la recopilación de datos para integrar el DNSP, tienen que ver con cinco aspectos específicos: 1) la integridad física y moral del interno; 2) las condiciones de una estancia digna; 3) la gobernabilidad de los centros penitenciarios; 4) la reinserción social del interno; y 5) la atención a grupos vulnerables.

La calificación promedio de las cárceles en México es de 6.41 puntos; el estado con la calificación más alta fue Aguascalientes, con 8.47; en tanto que los centros de reclusión que peor evaluación proyectaron fueron los de Nayarit, con 4.57 puntos.

Las cárceles de Quintana Roo (Cancún y el CERESO de Chetumal) tuvieron una calificación general de 5.44; apenas arriba de las de los estados de Coahuila (5.21); Oaxaca (5.15); Guerrero (5.13); Tabasco (4.86) y Nayarit (4.57).

Peor la cárcel de Cancún que el CERESO de Chetumal

La CNDH evaluó la cárcel de Cancún y el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Chetumal, donde resultó peor el penal de Cancún, con una calificación de 5.42; frente al de Chetumal, que obtuvo tres décimas más (5.45).

El peor aspecto de la cárcel de Cancún fue el de las condiciones de gobernabilidad, donde tuvo una calificación de 3.97; el segundo rubro más bajo es el de la integridad física y moral del interno, con 4.84; los aspectos que garantizan una estancia digna tuvieron una calificación de 5.57; la reinserción social, 5.65; y sólo en el de la atención a los grupos de internos con requerimientos específicos, la evaluación fue superior a la media nacional, con 7.08.

La cárcel de Cancún tiene una capacidad de 796 internos, y al momento de la visita de la CNDH había mil 320, lo que sin duda representa sobrepoblación y hacinamiento. La cárcel de Cancún, además es deficiente en su servicio médico, en atención psicológica; y en condiciones de higiene.

Entre las observaciones graves que hace la CNDH es que no existe registro de la supervisión del funcionamiento del centro penitenciario por parte del titular. Tampoco existe prevención de incidentes violentos, y se detectaron casos de tortura y maltrato sin que exista registro de los mismos.

La CNDH también señala que hay deficiencias en la elaboración, distribución, cantidad y calidad de alimentos. Los cuales, no lo dice el documento de la CNDH, son proveídos por una “empresa” de la señora Isabel Arvide Limón, asesora en seguridad pública del Gobierno de Quintana Roo; que cada año paga 48 millones de pesos por la comida que se entrega a los presos en el Cereso de Chetumal, y otros 48 millones de pesos por la de la cárcel de Cancún.

En la cárcel de Cancún además de que insuficiente el personal de seguridad y custodia; no existe manual de procedimientos para proceder en caso motines y traslado de internos. Se detectó que los internos controlan la seguridad, las actividades, los servicios, las visitas y el uso de teléfonos. Hay presencia de privilegios, objetos y sustancias prohibidas.

La reinserción social no es posible debido a que son insuficientes las actividades educativas, deportivas, laborales y de capacitación; tampoco existen acciones relacionadas con los beneficios de la libertad anticipada.

En lo que toca a los grupos de internos con requerimientos específicos, no existe registro de presos indígenas, ni medidas para evitar su discriminación, es insuficiente el servicio de intérpretes. En el caso de las personas con preferencia sexual distintas, reubicación cuando lo solicitan.

Por su parte, el CERESO de Chetumal, calificado con 5.45, presenta mejores condiciones en casi todos los rubros, frente al penal de Cancún. Tiene capacidad para mil 400 internos, y el día de supervisión de la CNDH había mil 101 presos.

La peor calificación la tiene en el rubro de gobernabilidad, con 3.51; incluso menor que la de Cancún. En la estancia digna, obtuvo 4.06 puntos; en reinserción social, 5.65 puntos; mientras que en lo que hace al tratamiento de grupos de internos con requerimientos específicos, obtiene una mejor calificación con 6.88; y en los aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno la calificación es de 7.14 puntos; la mejor nota de todos los aspectos de las dos cárceles quintanarroenses evaluadas.

El documento completo “Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria” (DNSP) 2011, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se puede consultar en la siguiente dirección: http://dnsp.cndh.org.mx/ (NoticaribeNews)