Remiten al aeropirata Josmar Flores de reclusorio a centro de rehabilitación psicosocial

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  • Chetumal
  • Octubre 2012, 25 11:35:52
Que hizo que un paralítico se levantara de su silla de ruedas y sanó a enfermos de VIH en el Reclusorio Oriente: eso dijo Josmar Flores a los psiquiatras que elaboraron un dictamen pericial sobre su estado de salud mental.

"Sólo me falta levantar muertos, pero yo sé que sucederá", insistió el supuesto pastor boliviano que, en 2009, secuestró un vuelo de Aeroméxico, por lo que fue condenado a 7 años de cárcel.

Sin embargo, luego de la evaluación psiquiátrica del reo, un tribunal federal canceló el 14 de septiembre la sentencia que pesaba sobre Flores con el argumento de que se trata de un enfermo mental y, por tanto, no se le puede imputar delito.

Josmar fue detenido el 9 de septiembre de 2009 en el aeropuerto capitalino tras el supuesto intento de plagio del vuelo 576 de Aeroméxico, a cuya tripulación amagó con hacer explotar una bomba que, al final, no resultó ser más que una caja de zapatos con tres latas de jugo y un par de calcetines, unidos con cinta adhesiva.

Los expertos señalan que, cuando entrevistaron al pastor, se presentó atento y comprensivo, con un discurso coherente y congruente, pero con "ideas delirantes de tipo místico religioso y de grandiosidad".

Según la sentencia, el boliviano se considera no sólo un fiel religioso, sino un ser milagroso.

"Dejé el mensaje (de Jesucristo) a muchos y he ayudado a muchos otros; sólo me falta levantar muertos, pero eso yo sé que sucederá porque Dios me tiene aquí para entrenarme", refirió Josmar a los médicos, según el dictamen en poder de REFORMA.

Lo trasladan a centro de rehabilitación psicosocial

El tribunal federal canceló la condena de 7 años 7 meses y 15 días de prisión. El Magistrado Ricardo Paredes, titular del Segundo Tribunal Unitario Penal del Distrito Federal, dejó sin efecto la sentencia dictada en julio pasado por la juez federal Taissia Cruz, que incluía una multa de 10 mil 905 pesos y una reparación del daño de 738 mil 222 pesos.

Según la apelación 200/2012, el Magistrado ordenó iniciarle al boliviano un procedimiento especial para enfermos mentales y trasladarlo del Reclusorio Oriente al Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial de Ayala Morelos, donde será tratado de su padecimiento.

La decisión judicial descansa, principalmente, en el dictamen pericial de los psiquiatras Jorge Legorreta y Édgar Treviño, quienes diagnosticaron que Josmar padece un "trastorno de ideas delirantes persistentes" con delirios religiosos.

Aunque también en autores como Michel Foucault y Boissier de Sauvages, en quienes se apoya la sentencia del magistrado para establecer que el lenguaje y la forma de proceder del pastor resultan "extraños, enigmáticos e inquietantes para la razón".

Los psiquiatras valoraron la presunción de capacidades milagrosas de Josmar, las cuales presume que adquirió en un evento religioso masivo en el que fue invitado por la cantante Yuri y en el que consiguió levantar a un paralítico.

"Yo le decía: 'Señor dame más pruebas de ti haz algo contundente que me haga seguirte por siempre', así pues pasaron a un señor en silla de ruedas, yo le puse mis manos en su cabeza y comencé a sentir eso, una sensación especial, sentía a Dios en mí. Me convertí en el medio para hacer el milagro, le dije al señor que se iba a levantar y de repente se levantó y caminó, todos me aplaudieron y a partir de ese momento toda mi vida ha sido para seguir al Señor", contó a los médicos.

En el juicio, la PGR defendió la salud mental de Josmar, de quien dijo que se trataba de un hombre sano, consciente, cooperador, aparentemente íntegro, con lenguaje coherente y sin enfermedades crónicas, por lo que no podía decir que tuviera un padecimiento psicológico, aspecto que le parecía más una estrategia de defensa.

Pero los peritos psiquiatras valoraron todo lo contrario y además reportaron otros hallazgos en la vida del acusado, como tres intentos de suicidio, haber sido adicto a la cocaína hace más de una década y sufrir traumatismos graves; uno de ellos, en el cráneo que lo dejó inconsciente durante 24 horas.

"Debido a su padecimiento mental, el procesado debe recibir atención psiquiátrica y psicofarmacológica continua y supervisada. No tiene capacidad de declarar ante autoridad judicial o ministerial", concluyeron los especialistas.

"Es importante mencionar que ante la gente común, es decir, no ante expertos en el área de estudio de la mente como los que suscriben, el procesado puede parecer un sujeto normal; sin embargo, repetimos que sólo es cuestión de sacudir el núcleo delirante místico religioso, mesiánico y de grandiosidad que padece para que el sujeto se manifieste de forma psicótica".

Psiquiatras descartan fanatismo; pero recomiendan tratarlo clínicamen

Josmar Flores Pereira carece de capacidad intelectual, de juicio e incluso de voluntad, pero no es un retrasado mental ni padece de una afectación de memoria y mucho menos es un fanático religioso, pues no busca imponer sus creencias por cualquier medio, dicen los psiquiatras que lo analizaron.

Cuando los psiquiatras Jorge Legorreta Legorreta y Édgar Treviño Castillo comparecieron en el juicio del boliviano, el 6 de diciembre de 2011, ratificaron su dictamen donde concluyen que padece un "trastorno de ideas delirantes persistentes", del que dijeron es crónico e incurable, aunque "con posibilidad de mejoría" si hay tratamiento.

Los especialistas recomendaron tratarlo clínicamente, porque estimaron probable que pueda cometer otro "error de juicio" como el que le tiene en la cárcel y lesionar de manera importante a terceros.

Este posible riesgo hizo que los psiquiatras fueran cuestionados en el juzgado sobre la diferencia entre un perfil como el del predicador y el de un fanático religioso, que puede tomar decisiones extremas y también dañar a los demás.

"A pesar de su psicopatología que se traduce en un delirio sistematizado y persistente, es capaz de tolerar a los que no profesan su credo y busca convencerles por medio de su oratoria consciente que existen otras formas de pensamiento religioso", respondió Legorreta.

"Situación que le diferencia de un fanático religioso que no tolera la posibilidad de existencia de otras creencias y busca el convencimiento por medio de la imposición, utilizando para tal fin cualquier medio sin importar cuál sea".

¿Un fanático religioso es capaz de tener la capacidad de entender y conocer sus acciones y sus consecuencias?, le preguntaron al experto.

"Es posible, sí, que un fanático religioso tampoco pudiera tener la capacidad para entender esto, esto habría que tomarlo como posibilidad y desestimarlo por medio de la evolución psiquiátrica, aunque en la mayoría de las ocasiones el convencimiento que pueden tener acerca de la idea por la cual llevan a cabo los actos es un convencimiento tal que puede no estar alejado de la lógica", dijo.

Para los psiquiatras, que Josmar diga que levantó a un paralítico de su silla de ruedas, sanó en el Reclusorio Oriente a enfermos del VIH y que espera levantar a los muertos, sólo le convierte en un psicótico con "error de juicio". (Reforma)