Formalmente preso cómplice de ejecución de siete taxistas

Formalmente preso por el delito de homicidio calificado fue declarado por el Juzgado Primero de lo Penal Héctor Cacique Fernández (a) “Comandante Diablo” y/o “T-67”, por lo que desde ayer quedó sujeto a proceso penal por el delito mencionado, relacionado con la ejecución múltiple del bar familiar “La Sirenita” el pasado 14 de marzo.

Ayer por la tarde venció la ampliación del término de 72 horas, para que el juez Primero de lo penal determinara la situación jurídica de Héctor Cacique Fernández (a) “Comandante Diablo” y/o “T-67”, integrante del grupo delictivo de “Los Zetas” convertido al Cártel del Golfo.

Cacique Fernández fue consignado por ultrajes a la autoridad, pero el agente del ministerio público solicitó una orden de aprehensión en su contra por el delito de homicidio calificado, después de que confesara trabajar para el grupo de “Los Zetas” originalmente y después unirse al Cártel del Golfo.

En su declaración ministerial dio detalles de cómo y porque motivos se planeó y se llevó a cabo la ejecución de Francisco de Asís Achach Castro (a) “La Barbie”, subsecretario de conflictos del sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”.

Junto con este último, murieron otras seis personas, en su mayoría taxistas, a consecuencia de los disparos que recibieron a manos de Roger Gabriel Alfaro Pacheco (a) “El Humo” jefe de sicarios del grupo delictivo, quien utilizó un arma AK-47 “cuerno de chivo” para llevar a cabo la ejecución.

Con todos estos elementos, el juez Primero de lo penal libró la orden de aprehensión en su contra, por homicidio calificado y en su declaración preparatoria, Cacique Fernández negó los hechos imputados en su contra y desconoció su firma y huella digital en la declaración ministerial.

Su defensa solicitó la ampliación del término de 72 horas, plazo que venció el día de ayer y por la tarde fue notificado de que el juez primero lo declaró formalmente preso.

Ahora, Cacique Fernández quedó sujeto a proceso penal por homicidio calificado y tendrá que esperar a que le sea dictada una sentencia condenatoria o absolutoria en caso de que demostrara su inocencia.