Pese a recibir dos balazos se salva de ser ejecutado

Un intento de ejecución se registró la madrugada de este sábado en la supermanzana 62, en donde un hombre identificado como Julián Javier Manrique Caamal, recibió dos impactos de bala a manos de sujetos que lo esperaban afuera de su domicilio.

Su estado de salud se reportaba como grave y hasta ayer no había declarado ante el ministerio público del fuero común.

De nueva cuenta, una persona se salva de morir tras ser atacado a balazos por sujetos que lograron darse a la fuga.

En esta ocasión, los hechos se registraron alrededor de las 3:00 horas de este sábado, en la supermanzana 62, manzana seis, sobre la avenida Chichén Itzá.

Hasta dicho lugar arribaron paramédicos de la Cruz Roja, quienes acudieron tras recibir el reporte de una persona lesionada por arma de fuego.

Los paramédicos atendieron al lesionado, quien dijo llamarse Julián Javier Manrique Caamal, de 40 años de edad, originario de Tizimín, Yucatán, con domicilio en la supermanzana 62, manzana ocho, lote 52.

El lesionado presentaba dos impactos de bala, uno en la clavícula del lado izquierdo, el cual salió por la parte renal del lado derecho.

El otro impacto, lo recibió en la muñeca izquierda y salió por el brazo del mismo lado.
De inmediato, Manrique Caamal fue trasladado al Hospital General, en donde su estado de salud fue reportado como grave.

Cuando elementos de la Policía Municipal llegaron al lugar, se entrevistaron con Erick Andrés de la Cruz Pérez, quien manifestó que momentos antes escuchó detonaciones y salió corriendo a ver qué es lo que ocurría, encontrando a su amigo tirado en las escaleras de acceso a la vivienda en medio de un charco de sangre, mencionando que no vio quién le había disparado.

Elementos de la Policía Judicial del Estado (PJE), peritos y un agente del Ministerio Público del Fuero Común se trasladaron al lugar tras recibir el reporte, pero el lesionado ya había sido trasladado al Hospital General por los paramédicos.

En el lugar de los hechos, no se encontraron casquillos percutidos y aunque se localizó una ojiva, no se pudo determinar en ese momento que calibre fue usado.

Elementos judiciales se trasladaron al Hospital General, en donde intentaron hablar con el lesionado, quien sólo pudo decir que estaba llegando a su domicilio cuando fue alcanzado por un sujeto que le disparó en tres o cuatro ocasiones, lesionándolo con dos de los disparos.

Cuando intentaron entrevistarlo por la mañana, Manrique Caamal se encontraba sedado, por lo que tampoco pudo declarar ante el ministerio público.