Fueron ocho impactos de bala los que recibió el ingeniero Ernesto Arreola Esquivel, a manos de un sujeto que después de darle los primeros disparos, se acercó y lo “remató” a quemarropa.

La necropsia reveló que casi todos los impactos de bala, los tenía en la cabeza y en el pecho.

Hasta ahora, la Policía Judicial del Estado (PJE) maneja dos posibles líneas de investigación en esta ejecución. Una de ellas sería un ajuste de cuentas de tipo pasional y la otra; se centra en una denuncia por fraude que presentó el ahora occiso hace un año en la ciudad de Chetumal, por tres millones de pesos. Sin embargo, por ahora no se descarta algún tipo de ajuste relacionado con la delincuencia organizada.

Una mujer de origen colombiano, se presentó ayer a reclamar el cuerpo, pero no le fue entregado al no presentar la documentación necesaria.

Un policía municipal y policías federales, se encontraban en la zona donde fue la ejecución y aun así, el asesino pudo huir tranquilamente; pues todo el primer cuadro de la ciudad carece de vigilancia policíaca.

La Subprocuraduría de Justicia en la Zona Norte informó este martes que la necropsia practicada al cuerpo de Ernesto Arreola Esquivel presentó en total 13 orificios de bala.

El área de Servicios Periciales precisó que Arreola Esquivel recibió sólo ocho impactos de bala y dos de las balas, salieron y se incrustaron en otra área del cuerpo. De esta forma, se encontraron 10 orificios de entrada y sólo tres de salida.

La mayoría de los disparos fueron hechos en la cabeza y el tórax, por lo que la muerte fue prácticamente instantánea, pues el asesino se acercó a “rematarlo” a quemarropa después de haber hecho los primeros disparos.

Dos líneas de investigación

Tras el sangriento hecho, el Ministerio Público del Fuero Común inició la averiguación previa número 2314/2013 por el delito de homicidio calificado, en contra de quien o quienes resulten responsables y la Policía Judicial del Estado (PJE) inició también con las investigaciones correspondientes.

Hasta ahora, son dos las posibles líneas de investigación que se encuentra analizando la Policía Judicial en torno a este certero crimen.

Una de ellas se enfoca en un ajuste de cuentas de tipo pasional, pues se sabe que el ahora occiso sostenía varias relaciones sentimentales con diferentes mujeres.

Incluso, algunos conocidos del ahora occiso señalaron que recientemente había tenido un pleito con su esposa, quien le llegó a quitar maquinaria que utilizaba como parte de su empresa constructora.

Y es que según trascendió, Arreola Esquivel sostenía también una relación amorosa con una mujer de origen colombiano, quien se presentó ayer ante el Ministerio Público del Fuero Común para intentar reclamar su cuerpo.

Sin embargo, al no presentar la documentación necesaria no pudo hacerlo, por lo que un hijo del ahora occiso fue quien inició los trámites correspondientes para reclamar el cuerpo de su padre.

La otra posible línea de investigación, se enfoca a una denuncia penal que presentó Arreola Esquivel en la ciudad de Chetumal el año pasado, según trascendió.

Aunque no se dio a conocer contra quién fue interpuesta esta denuncia, se sabe que se trata de una denuncia por fraude de tres millones de pesos que no habrían sido pagados al ahora occiso por una obra que realizó.

Sin embargo, hasta ahora la PJE no puede descartar que esta ejecución esté relacionada con un ajuste de cuentas con el crimen organizado, pues las investigaciones apenas iniciaron.

Vigilancia policíaca nula

Ayer por la tarde, se dio a conocer que un elemento de la policía municipal fue citado a declarar ante el Ministerio Público del Fuero Común, pues se encontraba cerca del lugar cuando ocurrieron los hechos.

Aunque no se reveló la identidad del policía, se sabe que éste se encontraba en un banco cercano al lugar de la ejecución y al escuchar los disparos salió y alcanzó a ver al asesino cuando se subía al vehículo tipo Chevy.

En su declaración ministerial la cual presentó ayer por la tarde, el policía municipal dijo que no pudo accionar su arma de cargo porque se encontraba como 100 metros.

Al ver que el asesino huía, corrió a avisar a policías federales que estaban en la oficina de correos sobre lo ocurrido y se subió a la patrulla 14089 y así emprendieron la persecución, pero perdieron al vehículo entre el tráfico.

Ayer por la mañana, los elementos de la Policía Federal acudieron a la Subprocuraduría de Justicia en la Zona Norte, para dar su versión de los hechos, pues estaban en la oficina de correos recogiendo documentación que llegó de la ciudad de México.

La misma patrulla de la Policía Federal regresó después al lugar de los hechos para tomar conocimiento de lo que había ocurrido, pues no pudieron dar con el Chevy.

Y es que la falta de vigilancia que impera en el primer cuadro de la ciudad permitió que el asesino escapara sin problemas, aun cuando los policías federales activaron el llamado “Código Rojo” que se supone involucra a las autoridades de los tres niveles de gobierno.

Declaran testigos

Después de la ejecución, fueron presentados ante el Ministerio Público del Fuero Común César Edgar Aragón San Juan, quien acompañaba a Ernesto Arreola Esquivel, así como dos empleadas de la estética “Yareri”, frente a donde ocurrieron los hechos.

Las trabajadoras dijeron ante el ministerio público que no pudieron ver el rostro del asesino y al igual que el acompañante de Arreola Esquivel, después de declarar se retiraron.

Por la tarde, se presentó a declarar el policía municipal que estuvo cerca de la escena del crimen y se desconoce si los policías federales también declararon formalmente, o sólo informaron de lo ocurrido.