Lili Campos Miranda, hoy candidata a la presidencia municipal de Solidaridad, desde la Comisión de Justicia del Congreso del estado, de la que era presidenta, protegió al fiscal Óscar Montes de Oca Rosales, cuando fue cuestionado por los diputados Hernán Villatoro y Roberto Erales sobre el caso del cuñado del gobernador, José María Rejón de la Guerra, quien despojó a un anciano maya de su rancho de 37 hectáreas, y quien gozó de la posterior complicidad de la Fiscalía General del Estado (FGE).

En su comparecencia del 15 de diciembre de 2020, los referidos diputados interpelaron a Montes de Oca Rosales, por concluir en tres meses la carpeta de investigación en la que el señor Antonio Manrique Mac denunció al cuñado de Carlos Joaquín González, gobernador del estado, luego de despojarlo de su rancho ubicado en Akumal mediante un entramado fraudulento.

En su respuesta, el Fiscal General se defendió acusando a la que esto escribe de querer intimidarlo a él y al personal de la FGE, por denunciar la corrupción al interior de esa dependencia…

Luego del cuestionamiento y la defensa que de sí mismo hiciera el Fiscal general, Lili Campos, presidenta de la Comisión de Justicia, visiblemente nerviosa y sin poder articular coherentemente las palabras, no se atrevió ni siquiera a pronunciar el término despojo y mucho menos a referirse al cuñado del Gobernador, y habló de uno de los casos más graves de abuso de poder y corrupción en Quintana Roo como “la nota esta de los terrenos de Tulum y de, y del caso que fue sonado hace unos días”, y pidió a los diputados ser “objetivos”:

“Nosotros los diputados tenemos que ser totalmente objetivos, nosotros tenemos los alcances para en su caso, poder pedir cierta información que consideremos pudiera tener alguna irregularidad, y que pueda atentar contra el estado, por supuesto, y que no podemos guiarnos solamente por lo que refieran, por comentarios o por temas mediáticos”.

Mientras la hoy Diputada con licencia trataba torpemente de hilar palabras, el fiscal Óscar Montes de Oca, a su lado, revolvía los papeles que tenía en las manos, ante lo absurdo de la defensa que Lili Campos Miranda hacía del caso.

Como Presidenta de la Comisión de Justicia del Congreso se habría esperado que quien hoy busca gobernar uno de los municipios turísticos más importantes del país hubiera sido, como ella dijo, más objetiva y solicitara información del caso, que se pusiera del lado del ciudadano: un anciano maya, discapacitado, de 72 años y al que le fue despojado su único patrimonio.

Sin trayectoria destacable alguna, y con el único antecedente de ser fiel e incondicional amiga del gobernador Carlos Joaquín González, quien la nombró primero Consejera Jurídica y posteriormente le entregó una diputación, Lili Campos Miranda, hoy abanderada por la coalición PAN-PRI-PRD, podría ser una de las alcaldesas más nocivas para Solidaridad. Si ante un caso tan documentado de abuso de poder y corrupción, como lo ha sido el despojo cometido por el cuñado del Gobernador en agravio de un anciano maya, Campos Miranda no dudó en defender al fiscal Óscar Montes de Oca Rosales y con ello, al cuñado del gobernador, José María Rejón de la Guerra, qué le puede esperar a Playa del Carmen: mayor corrupción y total ausencia de derecho.

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