Ya hay nueva Virgen de Chankanaab, luego de que la anterior fuera robada

Ya hay nueva Virgen de Chankanaab. La nueva escultura será sumergida el próximo 18 de diciembre en el mar del mencionado parque ecológico, aunque se expondrá al público en diferentes puntos antes de esta ceremonia.

Este jueves a las diez de la mañana, Alberto Raúl Marrufo González, director de la Fundación de Parques y Museos de la Isla de Cozumel, presentó a los medios de comunicación la nueva efigie de la Virgen de Chankanaab, que sustituirá a la imagen que fue robada del lecho marino de este parque ecológico el martes 28 de julio de este mismo año y que a la fecha las autoridades policíacas no la han encontrado.

El directivo agradeció a los residentes locales el donativo que hicieron de 8 mil 300 llaves de bronce que se fundieron para elaborar esta nueva imagen que mide 1.60 metros y pesa 70 kilos, por esa razón considera propio que la escultura sea expuesta a la comunidad antes de la inmersión programada para el domingo 18 de diciembre en el mar del parque Chankanaab, siendo la iglesia de Guadalupe el primer recinto que recibirá a la imagen el 11 de diciembre a las 21 horas, después del recorrido pedestre alrededor de la isla en el marco de las festividades en honor a la Virgen de Guadalupe.

El lunes siguiente será llevada a la iglesia San José del Mar, en las misas que se celebren, el martes los feligreses de la iglesia San Miguel la recibirán. El miércoles estará en la capilla de Corpus Christi, el jueves en el parque de Chankanaab, el viernes se pretende exhibirla en la Unidad Deportiva Independencia, el sábado en el Museo de la Isla, en tanto que el domingo 18 de diciembre se contempla sumergirla al mar donde reposará y cada año será sacada del agua para celebrarla como se ha hecho ininterrumpidamente desde 1959, cuando la efigie fue donada por parte del Club de Exploraciones y Deportes Acuáticos de México AC (CEDAM), en custodia al buzo cozumeleño Ramón Zapata.

La nueva imagen supera en estatura y peso a la anterior, que medía 70 centímetros y pesaba 15 kilogramos aproximadamente, y “el objetivo de tenerla en el fondo del mar es para la protección de los buzos, pescadores, y gente que se introduce al mar. Me acuerdo que cuando la trajeron el Papa la nombró Reina del Mar, no me acuerdo de la fecha”, señaló Pedro Zapata, hijo de don Miguel Zapata, primer custodio de la imagen.