Sin embargo, en lo que parece ser otro caso más de abuso policial cometido por elementos estatales, Manuel Tox Sosa, contradijo la versión ‘oficial’ sobre su detención. El anciano, aún convaleciente en la cama 211 del Hospital General de Chetumal, narró que el pasado viernes 9 de diciembre, dos camionetas de la Policía Estatal Preventiva, se estacionaron frente a su casa, ubicada en la calle 34, número 86, entre las calles 19 y 21, de la colonia Benito Juárez, en Bacalar; y sin mostrar orden de cateo se metieron a su vivienda, y comenzaron a tirar y romper lo que encontraban a su paso, en busca, supuestamente, de drogas, “pero no hallaron nada porque somos pescadores” dijo el lesionado.
Tox Sosa aseguró que durante el cateo, los policías golpearon y electrocutaron con una pistola de descargas eléctricas a María Antonia Euan Tox y a una niña de nombre Adriana Rubí, de 13 años de edad; y para atemorizarlos aún más, realizaron disparos al techo.
Mientras todo eso ocurría, Manuel Tox protegió a sus nietas, las niñas Alejandra y Juana Esmeralda Fuentes Tox, para evitar que fueran lastimadas, y fue en ese momento, que sintió un disparo en el brazo izquierdo; por lo que al percatarse de ese hecho, los uniformados decidieron retirarse, dijo Juliana Elizabeth Tox, quien asegura haber visto que fue una mujer policía quien le disparó a su papá.
Por su parte Juliana Elizabeth, otra de las hijas de Manuel Tox, señaló que los policías le robaron de 7 mil 500 pesos que acababa de retirar de un cajero, y mostró un recibo bancario para comprobar su dicho. Añadió que al darse cuenta de que habían lesionado a Tox Sosa, los policías salieron huyendo, y en su apresurada carrera dejaron abandonado a un policía, el cual corrió y se internó en el monte.
El Ministerio Público de Bacalar inició la Averiguación Previa 4126/12/2011 por los delitos de allanamiento y lesiones en agravio de Manuel Tox Sosa; en contra de quienes resulten responsables.
Manuel Tox Sosa comentó que ayer sábado el Secretario de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo se presentó en el Hospital, pero no habló con el herido; en cambio, dejó dos elementos policiacos, para que “cuidaran” al lesionado, pero más tarde, éstos se retiraron del nosocomio.
Ahora, lo que más preocupa a Manuel Tox Sosa y su familia, es cómo van a pagar los gastos médicos de su internamiento, y la operación del brazo, para la que necesitan 15 mil pesos.
Los familiares del agraviado esperan que mañana un visitador de la Comisión de Derechos Humanos se entreviste con Manuel Tox Sosa. Las hijas del septuagenario piden justicia, pues además de que los policías hirieron a su padre, les robaron el poco dinero que tenían. (NoticaribeNews)