La amenaza de un paro de labores por parte de custodios de la cárcel de Cancún, continúa latente y esto generó incluso, un enfrentamiento verbal el pasado lunes entre el director del penal, Higinio Sánchez Baltazar, y Pablo Lucio Quiroga Ríos, encargado de la seguridad exterior.

Los custodios se dicen intranquilos y con miedo, por las amenazas que sufren por parte de los internos, además de la inconformidad que prevalece por los abusos del subdirector operativo Juan de Dios Ucán Aké.

Ayer trascendió que el pasado lunes, Pablo Lucio Quiroga Ríos, coordinador de la Fuerza Interinstitucional Policía (FIP) y quien se encuentra a cargo de la seguridad exterior de la cárcel de Cancún, sostuvo un enfrentamiento verbal con el director del penal, Higinio Sánchez Baltasar, porque éste último no quiso “dar la cara” a los custodios.

Y es que el lunes por la noche, los custodios amagaron con un paro de labores, para ser escuchados en sus quejas e inconformidades en contra del mismo director del penal y el subdirector operativo Juan de Dios Ucán Aké.
Los custodios señalan que Ucán Aké los obliga a realizar trabajos que no están contemplados en las actividades laborarles de los celadores.
Quiroga Ríos intervino y se comprometió a que el director del penal escucharía sus quejas, sin embargo, Sánchez Baltazar no quiso hablar con los custodios.

Cuando Quiroga Ríos le dijo que le informaría de la situación al secretario de Seguridad Pública, General Carlos Bibiano Villa Castillo, esto molestó a Sánchez Baltazar, y la plática entre ambos subió de tono llegando hasta a palabras altisonantes; enfrente del personal.

La falta de seguridad de la que hablan los celadores quedó constatada el día de ayer, cuando proveedores de refrescos ingresaron al penal y un grupo de internos les robaron dinero y producto.

La tensión ya no sólo es entre la población carcelaria, sino que ahora, entre las mismas autoridades del penal y cuerpos policiales que se encuentran a cargo de la seguridad exterior de la cárcel.

Ante el posible paro de labores, la Policía Estatal Preventiva (PEP) reforzó con más elementos la seguridad externa del penal, para actuar en caso de que estalle algún conflicto, ya sea por parte de los internos o de los mismos celadores.