Santos 0-1 Tigres... Felinos dan el primer zarpazo

Tigres fue mejor, supo acomodarse a las circunstancias del juego y aprovechó para ganar por la mínima en la propia casa de los Guerreros del Santos Laguna, que ahora tendrán que hacer una verdadera hazaña para coronarse Campeón.

El solitario gol de Damián Álvarez y una estricta expulsión a Juan Pablo Rodríguez terminaron por darle rumbo definitivo a un encuentro que tuvo de todo un poco pero del que los universitarios salieron bien librados.

La primer sorpresa vino desde la banca de Santos Laguna ya que el “Hachita” Daniel Ludueña no salió ni siquiera a la banca debido a un esguince en el tobillo derecho, su lugar fue ocupado por José María Cárdenas. Christian Suárez se acomodó por la derecha para dejar como atacantes a Carlos Darwin Quintero y Oribe Peralta.

La final arrancó como debe ser un partido de esta índole, movida y con un buen ritmo de juego en el que Santos Laguna tuvo, en mayor parte, el dominio de las acciones tratando de anotar para abrir el marcador primero para obligar a los Tigres a reacomodarse.

Pero la fortuna sonrió para el otro lado; prácticamente en su primer jugada ofensiva, Héctor Mancilla mandó gran pase a Damián Álvarez quien entró por la banda derecha, se quitó a Iván Estrada y fusiló al portero Oswaldo Sánchez para poner el primero gol del partido apenas a los 7 minutos.

Con el juego en sus manos, los regiomontanos se asentaron aún mejor sobre la cancha, se hicieron del balón y volvieron a meter en aprietos a Oswaldo, ahora el turno fue para Carlos Salcido quien sacó balazo de pierna zurda al rincón, justo a donde el meta alcanzó a desviar a una mano.

El poste de los visitantes se estremeció, al igual que la tribuna cuando el “Cepillo” Peralta sacó potente disparo de su pierna izquierda que fue a estrellarse en el travesaño de Enrique Palos.

El juego fue de ida y vuelta, Damián Álvarez tuvo una clara que no pudo conectar de manera correcta y el balón pasó dramáticamente por el área chica de la portería santista. Poco más tarde Lobos intentó una más de fuera del área que de bote pronto fue a dar a las manos de Sánchez.

La noche se le vino encima a los locales al ´24. Juan Pablo Rodríguez golpeó Manuel Viniegra y en una decisión rigorista el árbitro Paul Delgadillo expulsó al mediocampista lagunero.

La roja para el “Chato” fue una verdadera puntilla en el accionar lagunero, perdió claramente la iniciativa, se vio en momentos confundido y con cierto temor al momento de atacar. Esto fue bien aprovechado por Tigres que se fue con todo en busca del segundo, Viniegra, Álvarez y Lobos principalmente fueron un constante dolor de cabeza para la defensa verdiblanca, que no pudo más que observar como por el costado derecho fue superada en diversas ocasiones.

Casi al finalizar la primera mitad, Carlos Darwin Quintero pudo empatar los cartones al intentar puntear un balón proveniente de Christian Suárez, pero la oportuna salida de Palos evitó un buen contacto del colombiano.

Al abrir el segundo tiempo el “Maestro” realizó un par de movimientos estratégicos para tratar de compensar las carencias mostradas en los primeros ´45; ingresó a Osmar Mares por Iván Estrada para acomodar a César Ibáñez en la lateral derecha, además sacó a Carlos Darwin Quintero por Carlos Adrián Morales.

Estos ajustes le permitieron controlar mejor las bandas y recuperar más rápido la pelota, pero acusó falta de profundidad al dejar solo al frente a Peralta.

El último movimiento de la banca santista fue para reacomodar las piezas en el centro del campo y para cambiar totalmente de forma de juego; al saberse dominado por los universitarios, Galindo sacó a Suárez para meter a Toledo, un contención nato. La opción fue adelantar a Cárdenas para tratar de evitar en segundo gol que matara a su equipo, y para buscar algún contragolpe que lo regrese a la serie.

El gran esfuerzo de Peralta no pudo ver resultados a pesar de pelear cada pelota como si fuera la última, incluso al ’39 se barrió en el área chica para tratar de anotar el del empate, pero para su desgracia quedó a centímetros del esférico que se fue por un costado.

La recta final fue trepidante en gran parte a que los Guerreros tuvieron un importante levantón anímico, el cuál sirvió para comprometer a Palos pero este supo mantener su arco imbatido por 585 minutos consecutivos.

Todo queda entonces, para decidirse en el Volcán, juego al que los de “Tuca” llegan con una clara ventaja.