Muere Noé Hernández, medallista olímpico en Sidney 2000

La vida de Noé Hernández fue fugaz. En medio de la miseria en el oriente del Estado de México se dio tiempo para jugar futbol, hasta que lo detuvieron y se fue a la marcha. Ganó una plata olímpica a los 22 años sin ser favorito; nunca volvió a triunfar en los grandes eventos. Cambió de entrenadores, dejó la disciplina, le robaron la presea ganada en Sydney, se ligó al PRI, trabajó en proyectos sociales y el penultimo día de 2012 recibió un balazo en la cabeza que lo puso al borde de la muerte. Ayer, dejó de existir.

Hernández Valentín, nativo de Chimalhuacán, tuvo su primera pasión en el balompié. “Jugaba en las fuerzas básicas de Toros Neza. Tuve la oportunidad de debutar, pero unos gañanes me pidieron dinero. Si no tenía para comer, menos para pagar a alguien que me debute”, relató semanas previas a Londres 2012.

Entonces dedicó su tiempo a trabajar en los semáforos por la mañana y entrenar marcha por la tarde. Se disciplinó tanto que calificó a los Olímpicos del 2000, donde ganó la medalla de plata.

Ese 22 de septiembre el mundo conoció su historia, la imagen pura de la superación personal. De uno de los municipios más pobres de México pasó a ser héroe nacional. “Mi entrenador decía que de la realidad tenía que sacar el hambre de triunfo”, relataba Noé.

Cruzó la meta y en televisión nacional habló con su madre, agradeció los pesos que le daba para ir a entrenar y pidió que le pasaran a La Juana, la hermana preferida.

“Pasas de dos a mil amigos, todos te conocen; yo tengo bien en la mente quiénes creían en mí: mi familia, mi entrenador y otras dos o tres personas”, decía.

La vida le cambió entonces, tentaciones y dinero; le faltó preparación académica. “El cambio es de ganar 500 pesos a ganar 50 veces más”, admitía.

Hernández se retiró sin volver a ganar algo grande, se metió a la política sin ser considerado para los grandes puestos, hasta que el 30 de diciembre pasado fue baleado en un centro nocturno.

Le colocaron siete placas de titanio en el cráneo. Parecía una recuperación asombrosa; pero prácticamente había perdido la vista. Ese fue su último trauma, tan grande como para decir a los amigos que lo visitaban “prefiero morirme antes de quedar ciego.”

El reporte

Noé Hernández Valentín llegó sin signos vitales al hospital 90 Camas, en el municipio de Chimalhuacán, luego de que se desvaneciera en su domicilio.

Según un comunicado del gobierno del Estado de México, el director del nosocomio Santiago Hurtado Arévalo informó que a las 11:45 horas recibieron una llamada de la Policía Estatal para solicitar el apoyo para el traslado del marchista, quien llevaba 10 minutos con pérdida del estado de alerta y sin signos vitales. Fue trasladado por una ambulancia y 10 minutos después arribó al centro hospitalario, donde le realizaron maniobras de reanimación durante 20 minutos, sin respuesta alguna, por lo que se declaró su muerte.

Esta versión se contradice con lo que señaló el paramédico que lo atendió, Ricardo del Valle, quien señala que estaba conciente cuando lo atiendió. Será la necropsia de ley la que determine la hora en que perdió la vida .

El recuerdo de la medalla

Sydney 2000, la última vez que la marcha mexicana llegó al podio olímpico. Primero fue Noé Hernández, plata el 22 de septiembre en la prueba de 20 kilómetros. Luego Joel Sánchez, bronce, siete días después en la competencia de 50 kilómetros; aunque una motivó a la otra.

“Yo estaba en Nueva Zelanda, en un campamento de aclimatación. Estaba descansando para entrenar al otro día, le pusimos a la prueba de marcha y ahí vi a mis compañeros Bernardo Segura y Noé Hernández en la punta en los últimos kilómetros”, recuerda Joel Sánchez.

Aquella noche del 21 de septimebre, en horario mexicano, Bernardo Segura cruzó la meta en primer lugar. Robert Korzeniowski fue segundo y Noé Hernández tercero. Luego vino el drama, Segura fue descalificado y Hernández pasó a la plata, como será recordado eternamente.

Noé Hernández sólo perdió con el polaco Korzeniowski, el mismo hombre que una semana después ganó el oro en 50 kilómetros, la única vez en la historia que un mismo andarín ha ganado ambas pruebas. Sólo el más grande derrotó a Noé Hernández.

“Cuando los vi dije, ‘están dentro de las medallas, si ellos pudieron por qué yo no podría hacerlo’”, recuerda Sánchez, quien el 29 de septiembre ganó bronce. “Con Noé Hernández había compartido entrenamientos en Bolivia, en la altura. Era muy fuerte, por eso se recuperó tan rápido hace unas semanas. Por eso mismo me sorprende ahorita que haya pasado esto”.

Su trayectoria

Noé Hernández tuvo dos participaciones olímpicas y estuvo cerca de la presea mundial

Ganador del Campeonato Centroamericano y del Caribe en Bridgetown, Barbados, en 1999.

Medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney, Australia, en 2000.

Descalificado en el Campeonato Mundial de Edmonton, Canadá, en 2001.

Cuarto lugar en la Copa del Mundo de Torino, Italia, en 2002.

Cuarto lugar en el Campeonato Mundial de París, Francia en 2003.

Descalificado en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Se retira al no calificar a los Juegos Olímpicos de Beijing, China, en 2008.

Crearán un galardón con su nombre

La asociación de Medallistas Olímpicos de México (MOM), anunció la creación de “un galardón que lleve el nombre de Noé Hernández Valentín para estimular a deportistas que surgieron como él de un estrato socioeconómico difícil y que refleja la cultura del esfuerzo.

Así lo señaló el presidente de MOM, Daniel Aceves Villagrán, tras enterarse de la defunción del ex marchista, por conducto de Juana Hernández, hermana del orgullo de Chimalhuacán, Estado de México.

El MOM lamentó el deceso de uno de sus integrantes, el subcampeón olímpico de Sydney 2000, Noé Hernández Valentín, quien falleció ayer de un paro cardiorrespiratorio.

Aceves Villagrán, añadió que una vez conocido el lamentable fallecimiento de Noé, los medallistas olímpicos “nos sumamos al luto de la familia olímpica y de la familia deportiva mexicana y recordarlo como un excelente deportista y extraordinario ser humano”.

Indicó que los Medallistas Olímpicos de México, apoya solidariamente a sus padres, su esposa, sus hermanos, sus hijas, que están sufriendo la partida prematura de nuestro compañero y amigo, expresó Aceves.