Milan 2-0 Barcelona... Le sacan el aire a los culés y se complican Octavos

El Milan dio hoy una de las más grandes sorpresas en mucho tiempo en la Champions League. Si se mira jugador por jugador, el plantel rossonero no tiene comparación con el del Barcelona, sin embargo, un sólido esfuerzo colectivo, un poco de suerte y un pésimo partido de los catalanes se conjuntaron para un 2-0 que, sin ser necesariamente justo, es castigo suficiente para un equipo culé totalmente falto de ambición en San Siro.

En la primera mitad pasó muy poco. El Barcelona controló casi por completo la posesión, mientras el Milan, con un 4-3-3 totalmente engañoso, se dedicaba más bien a tapar los espacios y a nunca dejar sentirse cómodos a Messi, Iniesta, Xavi y compañía. De hecho, probablemente el mejor culé de la primera mitad fue Pedro, el único capaz de inquietar por su lado a un Milan que defendía con todos sus jugadores tras el balón, empezando por Boateng y El Shaarawy, delanteros nominales, laterales reales.

En realidad, lo que más llamó la atención fue la falta de ambición del Barcelona. Los de Jordi Roura parecían conformarse con pasear la pelota de un lado a otro y volver a casa con el 0-0 para definirlo en la vuelta. Los italianos, por su parte, no se atrevían a salir de su campo. Ninguno de los dos mereció la ventaja en los primeros cuarenta y cinco minutos, ni tampoco en el inicio de la segunda mitad, que comenzó de la misma forma.

Todo cambió cuando el Milan se encontró con el gol. Un tiro libre en tres cuartos de cancha cobrado en corto, un disparo de Montolivo que rebotó en la mano de Zapata y le quedó perfecta a Boateng para, con un excelente disparo cruzado, abrir el marcador. Un gol fundamental, con un alto porcentaje suerte, sin duda. Tras el gol, las redes sociales explotaron diciendo que no debió ser válido, pero se equivocaban. El reglamento es muy claro al hablar de intención y es muy claro que el defensa colombiano quiere salir de la jugada y que la pelota le rebota a muy poca distancia. Si el Milan saca ventaja o no, o si la mano fue clara o no, no tiene importancia. No hay intención y no se debe marcar, así de fácil.

A partir de entonces, el Barcelona se desdibujó por completo, sobre todo Lionel Messi. El punto débil del mejor jugador del mundo es cuando se desespera y quiere ganar el partido solo. No le pasaba desde la vuelta de las Semifinales de la Champions ante el Chelsea, pero esta vez volvió a mostrar su peor versión. Regresaba demasiado a recuperar el balón y se negaba a pasarlo. Una y otra vez trataba de regatear a cuatro o cinco rivales, y siempre terminaba perdiendo la pelota.

El equipo culé se ha acostumbrado a depender tanto de su gran ídolo que se quedó sin alternativas, sobre todo porque Andrés Iniesta y Xavi Hernández no estuvieron mejor tampoco. El manchego también jugó su partido propio, sin pensar en sus compañeros y el número 6 se cansó de dar pases horizontales. El Barça trataba de ganar el partido sin tirar a gol, su primer disparo fue de Iniesta, y llegó al minuto 75. Mientras, el Milan esperaba para dar el golpe mortal al contragolpe.

Y eso fue exactamente lo que pasó. Tras una contra, un pase excepcional de El Shaarawi fue resuelto de manera perfecta por Muntari. Los rossoneri ganaron de la única manera que un equipo con talento inferior puede ganarle al Barça, siendo muy solidarios en defensa y definiendo sus pocas oportunidades.

El Barcelona ahora se enfrenta a un escenario muy similar al que enfrentó ante el Inter de Mourinho y contra el Chelsea en la edición pasada de la Champions. En ambas ocasiones fue eliminado. Tendrá que hacer un partido perfecto y Messi deberá entender que, para conseguirlo, debe confiar en sus talentosos compañeros. De otro modo, se repetirá la historia.

FICHA DEL PARTIDO

2. Milan: Abbiati; Abate, Mexès, Zapata, Constant; Montolivo, Ambrosini, Muntari; Boateng, Pazzini (Niang,min.75) y El Shaarawy (Traoré, min.87).

0. Barcelona: Víctor Valdés; Alves, Piqué, Puyol (Mascherano, min.88), Alba; Xavi, Busquets, Fàbregas (Alexis, min.62); Iniesta, Messi y Pedro.

Goles: 1-0, min.57: Boateng. 2-0, min.81: Muntari.

Árbitro: Craig Thomson (SCO). Mostró cartulina amarilla a Mexès (min.25), Busquets (min.54), Piqué (min.57) y Traoré (min.90).

Incidencias: partido de ida de los Octavos de Final de la Liga de Campeones, disputado en el Estadio San Siro, en Milán, ante 80 mil aficionados.