Fabiola Cortés Miranda

Este año, Quintana Roo renovará sus 10 presidencias municipales y su Congreso, en lo que serán unas elecciones peculiares, en principio porque son anticipadas, en virtud de la homologación electoral, y seguidamente, porque se prevé, que, al menos, cuatro presidentes municipales solicitarán licencia para buscar un escaño en la Cámara de diputados del estado.

Los interesados en una diputación son el edil de Cancún, Julián Ricalde Magaña; el de Isla Mujeres, Hugo Sánchez Montalvo; la de Lázaro Cárdenas, Trinidad García Arguelles, y el de Solidaridad (Playa del Carmen), Filiberto Martínez Méndez.

Los tres primeros alcaldes, del PRD y del PAN, no sólo buscan ser parte de la próxima Legislatura para continuar con su carrera política, sino para evitar exponerse a la persecución del gobernador priista Roberto Borge Angulo, un joven político que ha demostrado que ante la falta de inteligencia sólo le queda ejercer la fuerza, y quien ve en cualquier diferencia o disentimiento un motivo de persecución

Filiberto Martínez Méndez, aunque es presidente municipal por el PRI, no pertenece al grupo de Borge Angulo, sino al de Carlos Joaquín González, actual sub secretario de Operación de la Secretaría de Turismo federal.

Joaquín González, en el 2010, declinó en favor del actual Gobernador de Quintana Roo, en base a acuerdos cupulares, encabezados por el ex gobernador, y actual senador, Félix González Canto; sin embargo, Roberto Borge no sólo ha desconocido que su (al parecer) ex “amigo” Félix le regaló la gubernatura, a pesar de su total ausencia de méritos o trayectoria, sino que en su intento por hacer olvidar ese “detalle”, y el hecho de que fue uno de los gobernadores con menor votación en las elecciones, pretende tener bajo su absoluto control todo, y ello implica tener en cada municipio y en cada curul a un incondicional.

El “escarmiento” que Roberto Borge Angulo propinó a la ex alcaldesa de Tulum, de extracción priista, Edith Mendoza Pino, quien renunció a su cargo, confiada de la impunidad negociada con el Gobernador, no deja duda a los ediles de oposición que podrían padecer lo mismo, sin importar, que haya elementos, como en el caso de Mendoza Pino, o que no los haya. De allí que todos buscan salvarse…